El pasado viernes asistí en Teruel a una de las mejores charlas sobre cambio climático de mi vida (y he estado en muchas), a cargo de Alejandro Pérez Cueva, geógrafo de la Universidad de Valencia, y Sergio Chueca, físico e investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca). En el evento, organizado por el colectivo Sollavientos, se habló de las certezas e incertidumbres sobre el calentamiento global. Desde visiones diferentes, lo mejor de sus aportaciones fue el criterio compartido por ambos científicos de que, a pesar de que puedan existir muchas incertidumbres, es necesario tomar medidas para reducir los índices de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. En la charla quedó claro que actualmente hay cuatro grandes grupos de opinión en la sociedad: los convencidos de que el cambio climático de origen antropogénico es real y hay que actuar en consecuencia, los que lo niegan y no ven necesario actuar, los que creen en el calentamiento global pero el asunto les da igual y los que tienen dudas pero creen que se deben tomar medidas en cualquier caso porque la prudencia aconseja no titubear con el futuro del planeta. Chueca pertenece al primer grupo y Pérez Cueva (cuya postura comparto) al cuarto. Por tanto, ambos están completamente de acuerdo en la necesidad de que la ciencia, la sociedad y las autoridades tomen con determinación medidas orientadas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este tipo de charlas clarificadoras, que aportan puntos de vista críticos y constructivos a la vez, son alentadoras y muy bien recibidas por el público, tal como quedó patente. Añado mi granito de arena crítico: en mi opinión sería aconsejable que el panel intergubernamental de la ONU no cuantificara sus objetivos en los grados que habría que reducir la temperatura planetaria, sino que los enfocara estrictamente hacia las tasas de concentración de dióxido de carbono que deberíamos reducir. Hagamos lo que hagamos nosotros, no sabemos lo que va a hacer la naturaleza, por lo que si nos proponemos bajar 2 ºC y el clima, por su propia evolución natural (al margen del calentamiento inducido por la humanidad), sube 1 ºC, entraremos en el terreno de la confusión. No somos lo único que influye en el clima, así que quizá sea mejor enfocar las cosas hacia escenarios y modelos en los que lo que se cuantifique sean estrictamente las emisiones de CO2. El resto vendrá a continuación (con permiso de la naturaleza)..