Frenar los efectos del cambio climático constituye uno de los retos ineludibles de la sociedad mundial. Las negativas consecuencias del calentamiento global, merced la emanación de gases contaminantes, vienen ocupando a expertos y políticos de todo el orbe, que no cesan de lanzar voces de alarma. La implicación de las compañías industriales es medular para el avance efectivo de los objetivos trazados en las cumbres mundiales, la última celebrada en Bonn días pasados. La buena praxis del tejido empresarial, en ocasiones tan desconocida como decisiva, resulta vital en la realidad del día a día. Aportando soluciones que, de forma real, contribuyen a hacer frente al gran reto de combatir el creciente calentamiento, fenómeno que está poniendo en un brete al futuro de la humanidad.

Por iniciativa empresarial y con el impulso de la Generalitat, València será, del 28 al 30 de noviembre, capital de las empresas frente al cambio climático. El I Ecoforum Comunitat Valenciana, reúne a las principales firmas que operan directamente en el medio ambiente, desde los campos de la energía, los residuos y el agua: FCC Medio Ambiente, Ferrovial Servicios, BP Oil, Iberdrola, Grupo Gimeno (Facsa/Fobesa), Global Omnium, SAV Agricultores de la Vega, Hidraqua, Gas Natural y Urbaser. Ésta es una iniciativa inédita, de gran trascendencia, que nace como propuesta de FCC Medio Ambiente, con Jordi Payet como director general y Salvador Otero director en València; consecuencia de la implicación de la multinacional en todos aquellos aspectos que afectan a la salud medioambiental. Desde el primer momento la propuesta quedó abierta al conjunto de empresas que desarrollan sus actividades en la autonomía. Así, con el apoyo de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, nació el I Ecoforum de la Comunitat Valenciana, contando con el soporte de Ecofira y la especial colaboración de su presidente, Jorge Tejedo. El capítulo de organización corre a cargo de Feria València, con Esteban Cuesta al timón y Ramón Sabater al frente de la comunicación. Un reto notable que pretende consolidarse y adquirir la capitalidad valenciana en la lucha efectiva contra el cambio climático.

Desde la histórica Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, en 1992, hasta un total de veintitrés reuniones sobre cambio climático se han celebrado en diversas partes del mundo, siendo la más destacable la de Kioto, en 1997. Después de veinticinco años, recientemente más de quince mil científicos han suscrito un artículo en la revista BioSciencie en el que advierten de las negativas tendencias medioambientales que amenazan a la especie humana y causan daños irreversibles al conjunto del planeta. En la citada cumbre de Japón quedó concretado el compromiso alcanzado en Río, por el cual las empresas debían reducir las emisiones el 7 por ciento durante la década siguiente. Empero, en 1998 las emanaciones contaminantes aumentaron hasta el 10 por ciento en general, mientras que Estados Unidos llegó hasta el 20 por ciento. En Kioto se acordó la reducción de seis gases, entre ellos el anhídrido carbónico, el metano y el dióxido de carbono, un 5,2 por ciento sobre los niveles de 1990, objetivo a cumplir entre el 2008 y el 2012. Por su parte, la Unión Europea se comprometió a reducir un 8 por ciento de emisión y Estados Unidos un 7 por ciento. El protocolo fue adoptado el 11 de diciembre de 1997 pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005 y el Gobierno norteamericano no lo ha ratificado, pese a que Bill Clinton firmó el documento, que fue revocado por el Congreso. El Acuerdo de París, 2015, dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, estableció nuevas medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a través de la mitigación, adaptación y resilencia de los ecosistemas a efectos del calentamiento global. Su aplicación está prevista para el 2020, cuando finaliza la vigencia de Kioto. La Cumbre de Marrakech, celebrada en el otoño del año pasado, aprobó una declaración de apoyo al Acuerdo de París que, en realidad, es una mera posición política.

Los veinticinco años de concienciación y reivindicación sobre la realidad del cambio climático han sido poco efectivos. En la última Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn, se puso sobre la mesa un reciente estudio de la Organización Mundial de Meteorología (OMN) que arroja cifras preocupantes: 2016 fue un periodo con índices de CO2 en la atmósfera de 403,3 partículas por millón (ppm), cifra calificada de peligrosa (en 2015 fue de 400 ppm). La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) ha declarado 2016 como el año más cálido registrado desde que hay datos.

Todo lo anteriormente expuesto viene a confirmar la imperiosa necesidad de la implicación de las empresas en cuestión tan vital para el presente y el futuro inmediato. Visión que desde el primero momento fue compartida por los máximos responsables de la administración autonómica en materia medioambiental, que impulsan el I Ecoforum con el deseo de que València y, por ende, nuestra comunidad, se consolide como punto de referencia en la lucha contra el cambio climático, mediante el papel primordial de las empresas. Desde el primer momento se han volcado en el proyecto la consellera, Elena Cebrián; el secretario autonómico, Julià Álvaro, y el director general, Joan Piquer. Conscientes de que en esta andadura trascendental a favor de la vida debemos ir todos de la mano.