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Javier Cuervo

El móvil del futuro

Yuval Noah Harari, medievalista israelí centrado en los avances tecnológicos, escribe como un historiador del futuro y prevé que para 2050 tendremos el teléfono móvil incorporado al organismo, que monitorizará nuestro corazón, la presión sanguínea y la actividad cerebral, detectará un cáncer incipiente y prevendrá mil dolencias. ¡Cómo se va a poner la tarifa plana! Guarde estos datos y compruébelos dentro de 33 años.

Los móviles actuales dedican mucha memoria y batería a la vida sexual de sus usuarios (llamadas y mensajes, citas improvisadas, acceso a porno, imágenes íntimas€). En el futuro, más. Dice Harari que cuando una persona de 2050 vea un desconocido, la inteligencia artificial sabrá, por el ritmo cardiaco y la presión arterial, si lo encuentra atractivo sexualmente. ¿El móvil será tan inteligente y el usuario tan tonto como para no saber quién le gusta hasta que no se lo dice el teléfono? Si la persona señalada por el teléfono, el ritmo cardiaco y la presión arterial no concuerda con el gusto del usuario ¿estará infartando o tendrá que activar el código ictus?

Harari sugiere que, marcado el objetivo sexual, la inteligencia artificial se conectará a la de la otra persona para saber si la atracción es mutua y, si fuera el caso, organizar una cita. Si hay suerte, cena en casa con velas led sin sacar las manos de los bolsillos.

Como la inteligencia artificial no contradice a la naturaleza, la cuenta del teléfono subirá en primavera. Muchas personas producirán "spam" y las muy atractivas tendrán su inteligencia artificial trabajando todo el tiempo contra el sexo ajeno, lo que consumiría mucha batería o muchas calorías, depende de cómo sea la fusión humano-máquina.

En todo caso, si para entonces ya estará a la venta la inmortalidad ¿a qué tanta prisa?

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