El próximo día 21 se produce el solsticio de invierno en el hemisferio norte, con lo cual la respuesta parece clara y cabría deducir que aún estamos en otoño. Pero no, las cosas no son tan sencillas. Y aquí van algunas pistas: en la práctica totalidad de España, diciembre es más frío que marzo, a pesar de que en teoría (pero sólo en teoría) el primero de ambos meses tiene 20 de sus días en otoño y el segundo los tiene en invierno, ya que el equinoccio de primavera suele llegar después del 20 de marzo. Asimismo, desde ayer, 7 de diciembre, hemos entrado en los días del año en los que el Sol se pone antes. El día más corto del año es el del solsticio, o sea, el 21 de diciembre, pero lo que sucede desde ayer es que por la tarde el astro rey se pone más pronto que en cualquier otra época del año, a pesar de que la duración total del día sea ahora algo mayor (apenas un suspiro) que la del 21.

Así pues, ¿estamos ahora en otoño o en invierno? Para mí no hay duda: meteorológica y climatológicamente, diciembre es un mes invernal. Y de hecho, el llamado invierno meteorológico abarca desde el 1 de diciembre al 28 de febrero (o al 29 si el año es bisiesto). La primavera meteorológica, del 1 de marzo al 31 de mayo, el verano del 1 de junio al 31 de agosto y el otoño del 1 de septiembre al 30 de noviembre. El invierno que comienza el 21 de diciembre es el astronómico, que se rige por la posición de la Tierra respecto al Sol, pero no coincide en su totalidad con el ciclo climático. En la latitud de España y la mayor parte del hemisferio norte, diciembre tiene más rasgos invernales que marzo porque la noche es mucho más larga y la insolación mucho menor.

Por si alguien tiene dudas añadiré que hay muchos observatorios de la red meteorológica (sobre todo en la mitad norte de la Península) en los que diciembre no sólo es más frío que marzo, sino también que febrero, y ahí están las temperaturas medias de las series climatológicas para confirmarlo. Por tanto, en lo meteorológico estamos en invierno, y este año, además, tiene pinta de que diciembre no va a ser precisamente cálido.