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Maite Mercado

Maltrato en la parrilla

Con el cierre menos visto de una edición de «Gran Hermano» algunos auguran, más bien desean, el entierro para siempre del reality por excelencia. Pero no es fácil renunciar a un formato que tanto ha dado. Parece que Zeppelin planea dejarlo en barbecho hasta septiembre de 2019 e intentar que vuelva Mercedes Milá, convenciendo primero a Paolo Vasile, al que no le gusta que le dejen.

Otra despedida arrebató el liderazgo del prime time a la final de GH: el último capítulo de «Estoy vivo», la serie que mejor ha funcionado en La 1 esta temporada. La valiente combinación de géneros -ciencia ficción, policíaca, familiar, romántica y hasta con puntos de «Strangers things» en las aventuras de Bea, la hija pequeña de Vargas, y sus amigos- ha sido la opción preferida para los jueves por la noche. La propuesta de Globomedia sí ha tenido el cariño de TVE en cuanto a promoción y hasta veíamos a Alejo Sauras en su papel de sobrenatural «Enlace» explicando las predicciones meteorológicas en el TD1. Más frío sintió «El Ministerio del Tiempo», que fue elegida el viernes con los votos de 35 periodistas especializados como la mejor serie española de la historia. Ambas están en la sala de espera de las renovaciones.

Más desapercibido ha pasado el especial «Contra el silencio» sobre la violencia machista que llevaba anunciando semanas Antena 3. Por fin este martes emitían la película francesa «Indefensa» y el posterior debate conducido por Mónica Carrillo. El telefilme, típico de domingos por la tarde basado en hechos reales, fue la segunda opción de la noche con cerca de dos millones de espectadores y, sobre todo, generó un enriquecedor coloquio entre expertas como la fiscal Teresa Peramato, la jueza María Tardón o la exdelegada del Gobierno para la Violencia de Género Blanca Hernández. También intervinieron dos víctimas, Virginia y Vanesa, que pedían más empatía y más protección. Mientras, en Telecinco otras dos mujeres maltratadas, Mónica y Alba, contaban su caso en «Amores que duelen».

Contenidos necesarios en televisión, iniciativa de las privadas que hay que aplaudir a pesar de quedar regaladas a la madrugada. Hoy se cumplen veinte años del asesinato de Ana Orantes, que se atrevió a contar su vida de palizas en Canal Sur. Sin embargo, la televisión pública sigue sin encontrar un hueco en su excelsa programación para concienciar sobre la violencia contra las mujeres.

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