Ahora que tenemos diversidad en las peticiones de deseos para el año nuevo, dejo para los Reyes Magos de Oriente los más íntimos y encargo a las Magas de enero valencianas una segunda temporada de «The Handmaid´s Tale» digna de la primera y de la novela de Margaret Atwood. De todas las series que he visto, es la que más me ha gustado, por la forma y por el fondo de denuncia contra los totalitarismos y el machismo, tan necesaria siempre, por desgracia. La puesta en imágenes ha conseguido, además de ocho premios Emmy, que el libro de la canadiense esté entre los diez más vendidos de Amazon en todo el mundo, incluidos manuales de cocina y de autoayuda. Supongo que a esas magas que representan la Igualdad, Libertad y Fraternidad y que desfilan este año con conciencia ecológica repartiendo semillas de arboles durante el recorrido del domingo, les parecerá un pedido de lo más oportuno.
La historia de Defred (Elisabeth Moss) sigue sin el soporte literario y habrá que ver cómo encajan la realidad del marido de la narradora refugiado en Toronto, conocida como «Little America», con la vida de las criadas paridoras y el infierno de las colonias contaminadas donde envían a disidentes, enfermos y mujeres no fértiles a limpiar residuos tóxicos y a morir. Similar destino al mostrado en la mejor ficción española del año, «La Zona», esta vez con la corrupción que pervierte todo en primer plano.
Para inquietarme con ese futuro terrible, cercano y posible de la República de Gilead necesitaré disponer de tiempo, el que me ha faltado en 2017 para ver algunas de las series que todavía no he podido empezar. Tras revisar las listas de los especialistas, intentar? meterme en los universos de «Master of None», «Babylon Berlin», «Feud», «Mindhunter» y «Better Things», la tragicomedia de Pamela Adlor que quizás no sobreviva a la caída en desgracia de su coproductor Louis C.K., señalado como uno de los acosadores sexuales de la industria cinematográfica. Tengo curiosidad por comprobar si Adlor puede dejar de ser para mí la pequeña Marcy, pareja, casi siempre, de Charlie, los amigos de Karen y Hank, el protagonista de «Californication», mi David Duchovny favorito. Entretanto acabaría de ver «The Leftovers», «The Crown», «Big Little Lies» o «Vikings», sin pensar en estos momentos en las nuevas que se van a estrenar, sin descanso, porque es imposible seguir el ritmo ante las centenares de series que se producen actualmente. Ni con magia.
