Les hablaba ayer de dos libros de dos militares que agitan las aguas habitualmente estancadas de nuestra política de defensa. Cómo no va a estar estancada si la ministra del ramo es Dolores de Cospedal, la que se liaba con el despido de un contable, y siguen clasificados, es decir inaccesibles, documentos militares emitidos entre 1936 y 1968. Cuando los historiadores puedan consultarlos, quizás no entiendan la caligrafía, entonces aún había caligrafía, y haya que recurrir a un especialista en paleografía ibérica. Es cierto que somos parte de Europa y que tenemos bases americanas y que estamos en la OTAN. Todo eso está muy bien cuando se trata de ir de socios minoritarios en aventuras imperiales así en Irak como en Afganistán: misiones de paz le llaman, pero no lo son.
Yo soy más pacífico que pacifista y no veo por ningún lado que la defensa de nuestro territorio esté garantizada. No sería la primera vez que Estados Unidos nos deja en la estacada, ya nos abandonó a Franco una vez y consideró el golpe del 23F «un asunto interno», no se me ha olvidado. Y en cuanto a Europa, aún no tiene a punto el invento que tantas veces anuncia y que tanto tarda en llegar. El teniente Luis Gonzalo Segura es taxativo: «Si nos invaden, el Ejército no podría defender ni la cuarta parte de España». Y aboga por un cuerpo profesional envuelto por un ejército de soldados reservistas voluntarios. Por fin lo dice alguien, porque hace años Julio Anguita dijo algo similar y la inteligente propuesta se diluyó entre risitas de conejo.
Estoy convencido de que nuestros soldados profesionales lo hacen bien, pero ellos no hacen política, eso nos corresponde a nosotros. El coronel Pedro Baños, en Así se domina el mundo, retrata a un grupo de potencias que se presentan como garantes de la paz y son los mayores vendedores de armas (WikiLeaks ya nos ilustró acerca del lado político de ese cinismo) y aboga por «formar en el humanismo y huir de las sociedades tecnificadas». Ya lo dijo Allen Ginsberg: «Moloc cuya mente es pura maquinaria, Moloc cuya sangre es moneda corriente».