A los partidos políticos se les requiere sobre todo una cierta coherencia en cuanto a sus posicionamientos políticos. Pero parece ser que esto no es lo que ocurre con el principal partido de la oposición en nuestra comunidad, no para de sorprenderme los alegatos y ocurrencias de sus dirigentes que nada tienen que ver con lo que han venido predicando en el pasado más inmediato, tal vez esto lo podrían analizar psicoanalistas por si se deriva de la enfermedad de la oposición.

En estos momentos, el PPCV realiza planteamientos como los de la persecución de las asociaciones empresariales y sindicales a las cuales pretende eliminar de las ayudas públicas contradiciendo la Ley de Participación Institucional que ellos mismos aprobaron a bombo y platillo. Al mismo tiempo que en boca pequeña abogan por mejorar la financiación de la Comunitat, entorpecen desde Madrid la reforma pendiente de nuestro Estatuto de Autonomía que al igual que ya tienen Catalunya y Andalucía blinda las inversiones del Estado en nuestro territorio, alegando que es necesario reformarlo conjuntamente con la modificación electoral pendiente en las Cortes que rebaja el listón electoral al 3 %, a la cual siempre se han opuesto; reforma del Estatuto que fue aprobada por el propio PP en las Corts Valencianes. Y lo más grave, desprecian la legítima y justa reivindicación expresada por los valencianos en la manifestación del pasado 18 de noviembre.

Este PP aplaude fervientemente la paralización por parte de Rajoy de leyes sociales y necesarias como la Ley Social de la Vivienda o la de pobreza energética para garantizar que no haya ningún valenciano que sufra esta lacra económica de pobreza extrema y a la vez reclame en las Corts una mayor dotación y atención a los más necesitados. Y así podríamos seguir y no parar en cuanto a las contradicciones e incoherencias de sus posicionamientos políticos que son muchos, lo cual nos demuestra que se necesita líder urgentemente en la derecha valenciana.

De la oposición se esperan propuestas y que sean sensatas, no diatribas ridículas y contradictorias. Esto por sí solo demuestra el desconcierto que existe en el PPCV en cuanto a los principios tradicionales de la derecha y a la incapacidad de tener discurso propio siempre sometido y sumiso a lo que desde el Gobierno Rajoy les ordenan. Decir todo lo contrario de lo que hicieron en el gobierno no es un buen ejemplo, pero no asumir ninguna responsabilidad de lo hecho aún es peor, deberían pedir perdón a todos los valencianos por el tiempo y el dinero que nos están haciendo perder y por la cantidad de pufos que el Consell del Botánic ha tenido que arreglar para poner a nuestro país en pie y recuperar el prestigio perdido.