La semana pasada analizábamos el confort de los climas por medio de los diagramas de Péguy. Y el clima mediterráneo se erigía en campeón, Pero no es oro todo lo que reluce. Dentro de la simplificación de clima mediterráneo, los Csa y Csb de la clasificación de Köppen, tenemos cierta variedad. La primera viene dada por esa distinción: la diferente temperatura del verano, muy marcado por el aporte térmico de los mares circundantes. El Mediterráneo, un mar cálido, tanto más cuanto más a oriente; el resto, océanos más frescos en los que nadan pinnípedos. Y no faltan casos donde el mar queda a cierta distancia. Así Ankara cuenta con tres meses con medias que rondan los 0 ºC, exactamente los mismos que la uzbeka Taskhent. Concepción, en Chile, presenta más problemas que las temperaturas: aunque rondan los 10 ºC, las lluvias por encima de los 150 mm mensuales lo hacen desapacible. Pero los principales problemas de confort para los climas subtropicales de verano seco, calificativo más tedioso pero al tiempo más correcto, suele ser la aridez. Muchos meses rondando y superando los 20 ºC y al tiempo muy por debajo de los 50 mm. Los Ángeles hasta seis afectados por esas condiciones, Atenas en el extremo oriental mediterráneo, cuatro; y Ciudad del Cabo y Sevilla, tres. Ankara, Taskhent y Concepción suman esta problemática a sus meses fríos. Las mejores condiciones se dan en el Mediterráneo occidental. Coinciden todos sus representantes en la bonanza de sus valores termopluviométricos. Tarragona y Roma, también hermanas por la historia, solo muestran un mes fuera del triángulo de confort y rozando su frontera, mientras que Nápoles, algo más al sur cuenta con dos. Por tanto, en la comparación con los otros climas escogimos sin duda a unos de los mejores representantes.