Lo ha vuelto a repetirse en España una sucesión de inviernos tan nivosos como los que se produjeron en el trienio de 1946 a 1947. Ha habido otros episodios muy fríos, pero los meses de enero de 1945, 1946 y 1947 marcaron un hito en la historia de la meteorología española, porque los tres dejaron importantes nevadas y temperaturas de récord, por lo frías. En enero de 1945, el histórico observatorio de Madrid-Retiro registró su temperatura mínima absoluta el día 16, llegando a -10,1 ºC, que no han vuelto a alcanzarse desde entonces. Pero lo importante fue el intenso temporal de nieve que afectó a gran parte de España, especialmente a la zona centro, tras el cual hubo temperaturas bajísimas, ya que los termómetros se desplomaron hasta los -25 ºC en Calamocha (Teruel) y el embalse de Camporredondo (Palencia), así como a -27,6 ºC en el aeródromo de Ávila. Tan sólo un año después, en enero de 1946, otro gran temporal de frío y nieve barrió España y tuvo como episodio más sobresaliente el espeso manto blanco que dejó al nivel del mar en las costas mediterráneas. Tal como recordaba ayer la propia Aemet, se vistieron de blanco Valencia, Sagunto y Castellón entre otras ciudades. En estas dos últimas la nevada fue extraordinaria, y en la capital de La Plana superó los 30 centímetros de espesor. El tercer invierno de aquel trienio también se recuerda: a finales de enero de 1947 hubo otro notable temporal de nieve y valores por debajo de los -20 ºC en muchas zonas de España, destacando los -26,7 ºC de Molina de Aragón (Guadalajara). Después de aquel trienio ha habido otras olas de frío tanto o más intensas que aquéllas, como la de febrero de 1956, pero nunca se ha repetido algo así, con tres inviernos seguidos en España con grandes temporales de frío y nieve.