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Vasectomías a los parados

Esterilizar a los desempleados. Esta es la idea de un diputado conservador británico. Se llama Ben Bradley y afirmó que los parados deberían hacerse una vasectomía para no tener hijos que mantener. Sí, desempleados. Han leído bien. Su propuesta no va de gatitos. Tampoco dice nada de los perritos, por lo que intuyo que tiene unos cuantos de raza muy cara correteando felices en su casa con jardín. Aunque lo escribió en 2012, su frase para la Historia se conoce ahora. Frase que, sin que haya dimitido o sido destituido, completó calificando a estas personas como derrochadoras porque, según él, consumen demasiadas ayudas públicas.

Cuando una creía que lo había visto todo, llega un majadero nuevo con receta vieja. Para acabar con los problemas sociales, nada mejor que el exterminio de la descendencia de aquellos que el diputado cree parásitos e improductivos. Método rápido aunque poca paciencia la de este iluminado. Nada sabe de España donde damos lecciones más sibilinas sobre cómo cargarnos la protección social que tanto detesta.

Aquí más de la mitad de los parados no tiene prestación, los sueldos miserables se completan con los alimentos que ofrecen las ONG y nuestros pensionistas son cada año más pobres. Un método sin aspavientos para eliminar el Estado social. Ese que proclama nuestra Constitución y que tiene la finalidad de corregir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.

El mismo Estado que lo primero que rebajó durante la crisis fue el presupuesto en sanidad, educación y políticas sociales; no hizo nada contra los bancos que desahuciaban; y permitió que la clase media sea hoy como un chiste de Chiquito de la Calzada. Un made in Spain que nos ha llevado al pódium de la desigualdad por renta en la Unión Europea y a convertirnos en el tercer país donde más ha crecido el riesgo de pobreza.

¿Qué te parece nuestra fórmula, Mr. Bradley? No es tan rápida pero es igual de efectiva. Y supera a tus vasectomías con una ventaja añadida: no gastas en quirófanos. Pero si algo falla, todavía te quedan las mujeres. En especial, las españolas. Cobramos un 23 % menos que los hombres, una brecha salarial que poco importa siempre que sigamos asumiendo la sobrecarga de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos. Peores salarios y menos oportunidades laborales que tendrán su reflejo en míseras pensiones de jubilación. Ese será el premio cuando preguntes al Estado a qué tienes derecho después de media vida fregando.

Y así, con discriminaciones sexistas, rebajas de derechos y desigualdades sociales tenemos nuestro propio modelo que exportar al mundo. Ideas que brindamos desde España. Ánimo, Mr. Bradley. Copia de lo nuestro que, además de gratis, es una fórmula ya avalada por los años. Con ella podrás seguir con tus planes y cargarte todas las ayudas públicas que quieras. Y deja las vasectomías que es muy feo eso de esterilizar a los parados.

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