Martes 23 de enero de 2017. Estación de Adif de Castelló de la Plana. 6.15 horas de la mañana. Andén 6. Un total de 96 castellonenses se suben al AVE, el primero que cubre el trayecto Castelló-Madrid, realizando el trayecto en dos horas y media, 37 minutos menos que el servicio hasta ahora vigente. Esto que parece tan sencillo es, sin duda, un hecho histórico. Un hito que sitúa a la ciudad de Castelló, y a la provincia, en la élite de ciudades conectadas a la alta velocidad.

La simbólica salida del convoy es de enorme trascendencia social y económica. Primero, porque significa que, desde esta semana, los castellonenses tienen las mismas oportunidades que otras 26 ciudades. Y económica, porque el AVE se ha confirmado como uno de los principales revulsivos para el progreso y el crecimiento de aquellas capitales a las que ha llegado, revolucionando los desplazamientos de carácter empresarial y multiplicando los movimientos de turistas.

El AVE acerca Castelló al futuro y da prosperidad a esta tierra y nos llena de oportunidades. Y en el caso de Castelló, las oportunidades se han multiplicado por cuatro, ya que se ha pasado de un tren directo entre ambas ciudades a cuatro enlaces diarios. Una mejora extraordinaria que ha sido gracias a la inversión de 178 millones de euros para adecuar la vía.

Desde ahora, los castellonenses tienen muy fácil ir a cerrar negocios en Madrid en el día, o disfrutar del ocio de la capital de España. Y a la inversa: los madrileños y ciudadanos del centro peninsular, nuestro principal área emisora de turistas, tienen muy cómodo venir a comer un arroz al Grao, vivir las Fiestas de la Magdalena, divertirse en los macrofestivales de Benicàssim o Burriana, descansar al sol en las playas de Castelló o disfrutar de la tranquilidad del interior, ya que con el AVE, la capital de La Plana es el nudo de salida hacia destinos como Morella, Culla, Benassal o Segorbe.

Todo esto significa generación de riqueza y de puestos de trabajo. Lamento profundamente los descalificativos vertidos por los partidos de la oposición hacia el AVE, haciendo un grave daño de nuevo a la imagen de Castelló. No es la primera vez que lo vivimos. No hace falta recordar que quienes fueron los principales críticos del aeropuerto, hoy son sus grandes defensores. Otra vez los mismos partidos en contra del progreso de Castelló, de que nuestra provincia esté conectada al futuro.

Pero frente al maniqueísmo, los hechos. Solo en el primer día se han multiplicado por 7 los movimientos de usuarios desde la estación de Castelló con destino a Madrid. Por tanto, los castellonenses sí avalan la apuesta del Gobierno de España con el AVE en la Comunitat que, desde este martes, es la tercera región con las tres capitales conectadas a la Alta Velocidad. Solo Cataluña y Castilla-La Mancha se encuentran en esta privilegiada situación también.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy es consciente de esto, y por eso este 2018 será el año de las infraestructuras de Castelló.

Es inminente el inicio de las obras de la segunda fase de implantación del tercer hilo en la plataforma València-Castelló, inyectando otros 177 millones de euros. Además, en breve entrará en servicio el tramo del Corredor Mediterráneo Tarragona-Vandellós que reducirá el tiempo entre València y Barcelona media hora, beneficiando también a los castellonenses. Por tanto, estaremos más cerca de Madrid y de Barcelona. Y daremos el salto definitivo con la nueva plataforma de doble vía entre València y Castelló que separará los tráficos de alta velocidad del resto.

Además, ha sido este Gobierno - y no otro- quien ha atendido una reclamación histórica de la provincia para que las Cercanías, utilizadas por miles de personas a diario, lleguen a Vinarós. Para ello destinaremos 7,7 millones de euros al año.

A pesar de lo que quieran publicitar algunos partidos, el Gobierno sí está con los castellonenses y con la Comunitat. Creemos en ella y en su potencial y para hacerla más competitiva, el presidente Rajoy ha anunciado para este otoño la licitación del proyecto de construcción de la prolongación de la Autovía A-7 entre Vilanova d´Alcolea y la Jana, que supondrá la inyección de 434 millones, y que sobre todo permitirá que la provincia cuente con un eje con dos carriles por sentido de norte a sur y de carácter absolutamente gratuito.

Si a esto sumamos que las obras de la N-232 en Morella, de 40 millones, ya están en marcha, tenemos como resultado que la provincia de Castelló va a estar en poco más de un lustro mejor conectada que nunca al progreso, con la mejora de calidad de vida que ello supondrá para todos. Y lo hará, nuevamente, gracias a un Gobierno de España del Partido Popular, el único que entiende e impulsa las justas demandas de los castellonenses, y las transforma en realidad. Como ya lo es el AVE.