El significado del calendario en las diversas civilizaciones ha sido la llave que ha abierto la cerradura del dominio del tiempo. Asignar fechas, celebraciones y festividades ligadas a los ciclos naturales, solo ha estado al alcance de refinadas culturas como la china que las ha mantenido a salvo durante milenios. Es, por tanto, esa diferencia la que hace que la tradición de celebrar el Año Nuevo Chino, siguiendo la estela de su ciclo lunisolar, permanezca inalterable.

Y en este 2018, que en China celebran ahora como el 4716 desde el reinado del mítico emperador Amarillo (2698 a. C.), la celebración de la también conocida como Fiesta de la Primavera alcanza a todos los rincones de un país que aún tiene la población más abultada del planeta. Se cuentan por centenares de millones las personas que se cruzan, por los cuatro puntos cardinales de su territorio, en busca de sus familias para vivir con intensidad este tiempo festivo. Las celebraciones arrancan el vigésimo tercer día del último mes del calendario lunar, con la conocida como Fiesta Laba, y se prolongan hasta el decimoquinto día del primer mes lunar del nuevo ciclo, con la llamada Fiesta de los Farolillos.

En este 4716 que hoy se inicia el animal que toca según su horóscopo tradicional es el perro, que es el penúltimo de la serie de doce, y su elemento natural es la Tierra, una combinación que no se volverá a repetir hasta dentro de 60 años. A este simbólico animal, considerado yang por el zodiaco chino, lo adornan virtudes como la alegría, la inteligencia, la lealtad o la sensibilidad. El perro, como se sabe, es el mejor amigo de las personas, lo que lo convierte en el más singular e incondicional y con una gran capacidad para orientarnos ante las adversidades.

El Instituto Confucio de la Universitat de València (ICUV), en sus diez años de fecunda existencia, ha impregnado a la sociedad valenciana con las tradiciones y costumbres chinas. Sabemos que solo el conocimiento mutuo y el intercambio cultural vacunan contra la intolerancia y el racismo. Y a ello nos hemos dedicado desde el comienzo de nuestras actividades y hemos comprobado, además, el creciente interés que existe entre los valencianos por las diversas expresiones que se derivan de su conocimiento. Y no solo por la lengua, de la que nuestros cursos de chino prueban su gran aceptación, y que sigue en aumento con los más de 5.000 estudiantes que se han matriculado en estos últimos años. Sino también con la masiva asistencia de personas que demandan más información sobre la idiosincrasia de esta civilización y que han participado en los más de 300 eventos culturales, sociales y festivos que hemos organizado en este tiempo.

Y, en esta ocasión, la celebración del nuevo año chino tradicional no va a ser a menos. Este mes de febrero ha sido y va a ser un mes intenso, en el que hemos realizado una serie de acciones encaminadas a entender mejor el significado y el simbolismo de esta Fiesta de la Primavera. Mañana sábado, las calles de nuestra ciudad se van a iluminar y engalanar con la VII Cabalgata del Año Nuevo. Organizada por las diversas asociaciones de empresarios y comerciantes chinos, y con la colaboración de nuestro Instituto Confucio y el Ayuntamiento de València, discurrirá desde la calle Pelayo hasta la plaza consistorial a partir de las 18:30 horas. Pero, además, durante la mañana y la tarde de ese mismo sábado, 17 la plaza del Ayuntamiento albergará una variada muestra de la amplia representación cultural china. Les invito a participar en algunas de las actividades que están programadas ese día para acercarnos a las diversas visiones de un país y una civilización que avanzan con un pie muy firme en este siglo XXI.