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Los años botánicos

Dos ciudadano's al azar

El cantante Francisco y el actor Toni Cantó han recalado, con diferente fortuna, en el partido de Albert Rivera

El Primer Ciudadano.- El cantante alcoyano Francisco fue el invitado de honor en la puesta de largo del partido de Rivera en Valencia. Corría el año 2015, poco antes de las elecciones autonómicas, y él parecía un buen banderín de enganche para la causa naranja: un naranjito de pata negra. Había ganado el Festival de la OTI confesando sus adicciones y se había cansado de hacer de telonero en los mítines del PP, donde él siempre acababa interpretando la versión lírico-delirante del Himno Regional. Era el momento que el Movimiento Ciudadano quería contrastar su antinacionalismo catalán más allá de la ribera del Ebro y dónde mejor para probar suerte que en la ribera del Turia, una orilla fértil donde los sucesores del Palleter se desgañitaban gritando: "Volen furtar-mos la paella!!!". Bueno, la mayoría se desgañitaban con soflamas de este tenor, mientras nuestro tenor, entre "Per a ofrenar" y "Vixca, vixca, vixca", se atrevía con La chica del póster, en la que clavaba el do de pecho como le había enseñado a hacerlo la Caballé. Era modelo de alta costura, tenía encanto y unas piernas de locura... Ámame, ámame.

Parecía, pues, un digno Vip para arropar a la chica de póster electoral, la aún desconocida Carolina Punset, una catalana -lagarto, lagarto- que residía en la Marina Alta, ecologista chic y como su apellido indicaba hija del divulgador científico don Eduard-Oh!. El acto resultó de mil amores y la candidata y ciudadana de la Aldea Global (y de la Altea local) pronto comenzó a cargar contra todo lo que le recordase a otras aldeas, no sé, pongo por ejemplo: La Llosa, Albuixec o Meliana. Francisco en aquel mismo instante intuyó que en aquel reservado de hotel nadie iba a pedirle que atacará con el himno y que sus gracietas sobre el boicot al cava del Penedés podían incomodar a aquellos universitarios finolis. De hecho los portavoces autorizados del Partido de la Ciudadana se apresuraron a desmentir a la prensa que el cantante fuera su 'padrino' valenciano.

Pero aquel desencuentro no evitó que nuestro Latino con el calor de una copa de vino, mitad señor, mitad correcaminos, fuera a lo suyo y, entre bolo y bolo, y, entre bulo y bulo, el bohemio, con la mirada de un loco risueño, la tomara contra Mónica Oltra, no es por casualidad... Tampoco le fue muy bien como concursante de Tu cara me suena, el talent show (sic) de Antena 3 donde sólo supo imitarse a sí mismo, lo mismo le daba si lo engominaban a lo Elvis como si lo emperifollaban de Salomé.

Ella, Carolina Punto Siete, alcanzó la doble meta: el acta en el Parlamento Europeo y la portavocía de su grupo en las Cortes de Valencia; ¿Adivinan dónde ha acabado sentando los reales? Exacto. Él Francisco, se ha acabado convirtiendo en el vagabundo al sol de la canción del festival iberoamericano, y eso que los vagabundos son ahora competencia de la consejería de asuntos sociales que dirige doña Oltra.

El Segundo Ciudadano.- El actor Toni Cantó, el día que decidió pasarse de UPyD, el partido de Rosa Díez y diez más, a Ciudadano's, el Podemos de derechas, un oponente político le recordó su interpretación memorable en Siete Vidas, pero él se hizo el olvidadizo. Muy propio. En el primer capítulo del serial interpretaba a un joven que había permanecido años en coma y al que, nada más despertar, los compañeros de reparto tenían que ir explicándole los cambios acontecidos en el país desde el día que hibernó en la época del presidente Suárez.

El recuerdo venía a cuento a raíz del éxito que están cosechando los nuevos partidos, un fenómeno paralelo al que, en el mundo audiovisual, pretende acabar con las viejas factorías de ficción en favor de las modernas plataformas de pago. De este modo, y al igual que en la prehistórica Siete Vidas, los nuevos líderes y los nuevos votantes parecen haber regresado de una suerte de muerte cerebral o incluso de la ultratumba, a la vez que los antiguos mandarines, como sucedía en la serie con el personaje de Sole, una histórica militante comunista, debe aclararles todo cuanto ha acontecido en España de 1978 a esta parte. Entonces, los elegidos y sus electores creen ver una mano negra en cada uno de los episodios nacionales acumulados desde la Transición: la legalización del PCE, el golpe de Tejero y el 12 a 1 contra Malta.

Entre tanta proeza, ahora puesta en almoneda, Toni, nuestro galán de noche -todavía apolítico, aunque ligeramente progre- presentaba Sábado Noche en La Primera, con dos hombreras y dos mujeronas: Paola Dominguín y Lydia Bosch. Y entre playback y playback, discretas incursiones en la pantalla grande y en la pequeña, más un mutis por el foro romano de Mérida, pasó del felipismo al aznarato, que fue cuando su personaje amnésico regresó del coma profundo, sin memoria histórica ni falta que le hacía.

Día arriba, día abajo, ese fue el momento que Cantó aterrizó en UPyD. Allí las collejas no las propinaba Amparo Baró, sino la mismísima Rosa Díez en el papel de Señorita Rottenmeier. Y es que la institutriz de Unión, Progreso y Demos Gracias procedía de la vieja política (el PSOE) y era toro toreado. A base de cachete con cachete el intérprete cambió las tablas por las moquetas, aprendió a recitar de corrido la Constitución Española y se inició en Twitter, donde también demostró ser un hombre de carácter, más exactamente, de 140 caracteres.

No obstante, todas las series, por más temporadas que se mantengan en antena, se acaban. Sucedió con la sitcom de Telecinco que, tras agotar las tramas y las subtramas, la cadena echó el cierre de aquel bar y puso en marcha Aida, su spin-off. De igual manera pasó con el partido magenta, que agotó su fórmula, y algún productor pensó que había llegado la hora de crear su secuela anaranjada. Ignoramos si en esta ocasión la realidad superará la ficción, pero en los primeros capítulos emitidos de esta nueva comedia de situación, nuestro protagonista de ayer aspira a mantenerse una temporada más como actor de reparto, mientras lo observa desde un escaño aledaño el humorista Felisuco.

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