Ayer se superaron en la mayor parte de España los 10 ºC y las heladas nocturnas no fueron generalizadas y se limitaron a algunos puntos de las mesetas y zonas de montaña. Asimismo, en numerosas capitales de provincia se rebasaron los 15 ºC holgadamente en las horas centrales del día. Y, sin embargo, mucha gente se quejaba de que hacía frío, a pesar de que los termómetros parecían desmentirlo. La respuesta está en el viento, protagonista indiscutible de este fin de semana en lo meteorológico, cuyas condiciones nos permiten entender mejor ese complejo concepto que es la sensación térmica, en el que no sólo influyen las condiciones atmosféricas reinantes, sino también aspectos subjetivos relacionados con nuestra personalidad y la respuesta de nuestro organismo a los elementos, en lo que también interviene nuestra propia salud. La exposición al viento favorece la pérdida de calor del cuerpo humano, por lo que en circunstancias como las de este fin de semana, a pesar de que realmente no ha hecho frío, muchas personas sí que lo han sentido y así lo han manifestado. Asimismo, comparto la percepción de millones de personas de que el viento (sea frío, templado o cálido) es, seguramente, el agente meteorológico más molesto, además de uno de los más peligrosos cuando las rachas que se alcanzan son intensas, como ha sucedido en estas últimas 48 horas. En invierno, el riesgo de congelación por la acción del viento se multiplica con temperaturas por debajo de los 0 ºC, y no es necesario entrar en detalles sobre los insoportables momentos que se viven en verano en muchas zonas de España con los vientos más cálidos, como las suradas a orillas del Cantábrico o el poniente en todo el golfo de Valencia. El viento puede ser uno de los peores enemigos del llamado confort o bienestar térmico, pero en el lado positivo hay que decir que es el mejor aliado contra la contaminación atmosférica, ya que barre las enormes boinas de polución que se estancan sobre las grandes ciudades, y que sin las brisas marinas el clima estival de muchos lugares sería insoportable.