Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ebbing, Missouri

Cuando Hollywood trata de hacer una película sobre el anhelo de justicia y sus problemáticas fronteras con el impulso de venganza, le sale un western. Machacar al rival, tomar la delantera o desquitarse tiene mejor prensa en EE UU que entre países católicos. De eso va Tres anuncios en las afueras, magnífica metáfora del trato desigual (a menudo pese al empeño de la policía y otros servidores públicos) que reciben las víctimas, según la importancia de sus deudos, «como ocurre en España y en todas partes», decía Norman Lewis (Voces del viejo mar).

Le corresponde a Frances McDormand el honor de encarnar a esa especie de mula de dos patas, furia desatada o colosal campeona de su familia, que es el personaje central: un personaje extremo, aunque muy verosímil. En la vieja Europa deploramos, con razón, la facilidad con que nuestros socios americanos incurren en la violencia armada, aunque preferimos ignorar que si tu ira te amarga, es mejor desatarla que mantenerla disimulada, pero esa es otra historia y McDormand de momento acumula en su persona esta nueva conquista, después de haber materializado en la inmortal Fargo, la cumbre del noir de las Grandes Llanuras, el detectivismo cutre, su triunfo en el caso de horroroso crimen de Cuenca, digo de Dakota.

Puede que una historia de pobretones y paletos no parezca muy atractiva a bote pronto, pero poca broma, trata también de la redención, es decir de cómo aprender a querer y a vivir -que cantaba don Antonio Machín- tras haber soltado el fardo de tus rabias. Cuando Machín cantaba en mi pueblo, la gente le gritaba desde el Paraíso: «Ieee, negre, canta-mos Tu vida y mi vida!». De eso se trata, pues. Las historias son como las plantas: algunas nunca volverán a lucir tan lustrosas como el día que compramos la maceta; otras, no se despliegan hasta haber arraigado en tierra buena y entonces, se extienden como un rizoma, empeñosamente, hasta chupar todos los limos del espíritu. Como, me parece, que ocurre con Tres anuncios en las afueras, el tiempo lo dirá.

Compartir el artículo

stats