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Búscame a Merlín

Cada vez más los políticos en ejercicio se rodean de asesores, expertos y magos que supuestamente tienen la llave del éxito y dan, en cada caso, con la palabra o divisa que hace que las urnas se llenen de votos favorables ¡Búscame a Merlín! Carles Puigdemont, en cambio, vive sus exilios acompañado por su señora, supongo, y por un historiador, he leído. ¡Un historiador! No me habría sorprendido más si me hubieran dicho que su acompañante es un afinador de pianos (o de quesos, los afinadores de quesos están muy solicitados).

La industria de la fabricación de realidades paralelas conoce, pues, una época de pujanza. Como esa agencia o negocio sociológico que responde al nombre de Cambridge Analytica -vinculada, se supone, a la extrema derecha- y que, dicen, ha sido determinante en la elección de Donald Trump y en el éxito del brexit mediante la compra fraudulenta de información de 50 millones de usuarios de Facebook a quienes se ha halagado con una propaganda que les confirme sus prejuicios y delirios, cuanto más grandes y correosos, mejor. Halagos: cuando sientas que te dan la razón es muy posible que te la estén metiendo doblada. En caso de duda, pregunta a tu mujer o a tu abuelo: ellos te situarán en tu lugar.

He visto algún ejemplo de esa propaganda que incluso usa imágenes piadosas de Jesús (el amigo de Donald Trump) y del diablo (el secuaz de Hillary Clinton). Esas estampitas devocionales harían sonrojar al más entusiasta catecúmeno, pero ya ven que hay gente que no se cansa de comer lo mismo. Y los correos electrónicos y las redes sociales nunca fueron gratuitos: la mercancía que trafican somos nosotros mismos. Así que nunca me extraño si voy a Andorra, pongo por caso, y, a la vuelta, recibo en mi correo veinte propuestas para ir a Andorra. Conmigo, que quiero probar de todo, no funciona, pero les debe de dar resultado con los que siempre comen lo mismo, supongo. Por otra parte, no sé que hay de malo en que Rusia influya en las elecciones si influyen el Vaticano, la CIA, Standard& Poors y Telva.

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