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Martí

Simbolismo resistente

Se me adelantó Gustavo Clemente el lunes en este mismo rincón. «La Resistencia» de David Broncano es una caña. Una bocanada de aire televisivo. Atrevido, ágil y actual, recuerda el primer Andreu Buenafuente, -«ese señor mayor», según el constante puyazo de Broncano-, que pese a los años conserva intacto el olfato para descubrir talentos, primero con Berto Romero y ahora con el «Mesías de Jaén», el apodo del presentador nacido en Santiago de Compostela pero criado en Orcera. Hay que ser muy bueno, en el amplio sentido de la palabra, para seguir siendo un animal televisivo y mirar por el retrovisor lo que se avecina. Aunque Godoy, el maestro de todos, sostiene que el exceso de tacos distorsiona el buen monólogo cómico, Broncano no sería el mismo sin la ristra de cinco provocadoras blasfemias por minuto. Tras la traca inicial llega la entrevista surrealista donde el invitado es secundario, pues el jefe de «La Resistencia» aprovecha la pregunta obligatoria -«¿cuánto dinero tienes en el banco?»-, para entrar en una espiral del mejor teatro de lo absurdo. Un «late show» grotesco que se agradece en la medianoche, donde sobra el postureo y la autocensura está durmiendo. «Late Motiv» actúa de perfecto telonero del peleón Broncano.

Buenafuente sigue en forma, con más canas, pero igual de fresco que en sus primeras apariciones televisivas con Mikimoto, cuando TV3 era una cadena de vanguardia. De aquel «Persones humanes» hace ya cinco lustros, y Andreu sustituyó a Quim Monzó en la genial sección de crítica a la prensa, precursora del entrañable «curso de ética periodística» de la muchachada de «Caiga quien caiga», porque no hay nada más saludable que la risa colectiva. Desgraciadamente, TV3 pasó pronto a ser una tele de retaguardia, como todas las públicas, incluso la nuestra (la pasada y la futura), y las cadenas comerciales abandonaron el humor por la entrepierna, entregándose a la parte humana que más dramas ha ocasionado en la historia. Por eso el público de Broncano aplaude sus ironías sobre Pablo Motos o Javier Cárdenas, a mi espera particular que entre en ese club Toni Garrido.

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