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En el cruce de caminos

Dos alumnos de la Politècnica de València se enfrentan a cuatro años de expulsión tras ser detenidos por la poli al haber falsificado sus notas del curso pasado pirateándolas, lo que se detectó el 1 de febrero aunque no se diera a conocer hasta ahora. La cuestión es remover todo donde sea para hacer daño a Cristina Cifuentes debido a la cruzada librada por la dirigente madrileña en pos de la transparencia combatiendo sin desmayo las mangarrufas e impurezas detectadas alrededor. Es lo que tiene ser estandarte de integridad.

Profes afectados por la vulneración de sus sistemas de seguridad han presentado denuncias en comisaría, aún a sabiendas de que la esmerada instrucción ha contribuido en buena parte a la gran preparación mostrada por esos discípulos capaces de acceder al corazón del sistema que alberga las calificaciones. No olvidemos que, una vez cumplidas las condenas, significados hackers han sido contratados por empresas o servicios de inteligencia para que desarrollen los conocimientos que los incriminaron. Habrá quien aprecie escasa flexibilidad en la reacción de las instancias académicas de la politécnica. Como diría un portavoz del pepé durante la reciente convención nacional, «hay gente p´a tó», mientras suena de fondo la ovación de reconocimiento a Cifuentes.

La Rey Juan Carlos, en cambio, ha mostrado en el episodio detectado en sus entrañas un absoluto pluralismo por parte de los responsables. No ya es que el director del máster haya bosado que fue el rector quien lo empujó a hacer cositas, sino que éste ha respondido con una posible querella y a ninguno de los dos les ha importado decir lo contrario de lo asegurado en la compareciencia inicial. Más cintura no cabe. Reseñar que, quien sostiene que la presidenta madrileña llegó a exponerle su trabajo fin de grado, suscribió en su día convenios con Blasco y con Cotino no es necesario, se da por supuesto. Estamos a dos segundos, pues, de que Cifuentes se querelle contra su uni y exclame: «¿¡Pero qué es este máster que me habéis dado!?».

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