Acelerar la inmersión del internet de todas las cosas será posible en las grandes urbes, pero ¿qué ocurre en otras zonas geográficas aquejadas por la brecha digital? ¿Impedirá que un gran porcentaje de la población, aquél que supera la barrera de los 60 años, se quede al margen una vez más? ¿Será la falta de desarrollo tecnológico el factor clave en el declive final del mundo rural?

Llevamos hablando de brecha digital desde hace cuarenta años y actualmente sigue sin cerrarse, afectando de manera más significativa a los colectivos vulnerables. En datos del último informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi), publicado en 2018, sólo un 46 % de las personas entre 65 y 74 han accedido alguna vez a internet y menos del 40 % lo hace regularmente. Es especialmente relevante a desventaja en el acceso a las redes en los municipios pequeños. Por supuesto, este dato tiene mucho que ver con la ocupación de estos municipios y con el fenómeno denominado éxodo rural, que amenaza a las poblaciones pequeñas con su desaparición.

Sin embargo, de la mano de los avances tecnológicos, esta última circunstancia también puede constituir una oportunidad para la sostenibilidad de los municipios pequeños más allá del turismo o el sector primario. En el plano de los servicios en movilidad, las nuevas comunicaciones inalámbricas celulares (5G) posibilitarán el despliegue de redes de alta velocidad y muy baja latencia. Su puesta en marcha en España se prevé para 2020-2021.

De igual manera, el reciente anuncio por parte del Gobierno nacional del plan 300x100, se marca como objetivo llevar acceso de fibra óptica de 300 megas al 95 % de la población en 2021. El plan, que fue anunciado el 21 de marzo, es una continuación del Programa de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación (PEBA-NGA), que ha permitido colocar a nuestro país como en la cabeza mundial de penetración de fibra óptica por habitante, sólo por detrás de Corea del Sur y Japón. El plan destinará más de 600 millones de euros para impulsar el liderazgo de España en comunicaciones digitales.

Estas mejoras en las comunicaciones y la democratización de su acceso constituyen importantes avances para los territorios más dispersos, que podrán explotar las ventajas sociales, competitivas y laborales de situarse alejados de los grandes núcleos urbanos.

Quedan muchas barreras que vencer para alcanzar el internet de todas las personas. No obstante, la continua mejora de las comunicaciones, las redes y los equipos de acceso debemos entenderla como el motor de cambio que pueda reducir las diferencias de acceso a la información en la sociedad y revitalizar de manera homogénea los territorios. Planes como 300x100 y el impulso de las redes 5G ayudan a trabajar de con determinación y optimismo por un futuro sin brechas y sostenible en ciudades y entornos rurales.