Uno de los principales motivos de ser de las asociaciones empresariales es luchar por conseguir inversiones que generen beneficio común para las áreas en las que estamos implantados. En estas reivindicaciones no miramos colores, tratamos de ser siempre objetivos y del mismo modo nos dirigimos a la administración local, autonómica o nacional. Así lo hacemos para pedir mejores accesos, planes de seguridad o más atención en vigilancia, limpieza o conservación y no sólo reivindicamos, también colaboramos activamente. Una de las peticiones comunes de todos los polígonos ha sido, históricamente, la aprobación de una legislación que potencie las áreas industriales, asegure el desarrollo y mantenimiento de las infraestructuras comunes y permita desarrollar servicios de valor añadido. Esta ley está actualmente en tramitación en Les Corts Valencianes. Fue una reivindicación de muchos años, pero hay que reconocer que ha sido el actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien recogió el guante y la ha llevado hacia adelante.

Esperamos que, una vez pase el trámite de las alegaciones, la Ley de Áreas Industriales salga adelante respetando el espíritu con el que desde Fepeval fue impulsada. Nos sentimos satisfechos de ser parte de los impulsores de esta ley, así como de que el modelo de gestión implantado en áreas empresariales como Fuente del Jarro, Parque Tecnológico o Elche, entre otros, sea considerado un ejemplo de lo que debería ser común en todas las áreas industriales.

La aportación de todos los propietarios y la leal colaboración público-privada son claves para desarrollar actuaciones y no quedar a la cola de la competitidad. El trabajo que se desarrolla en las áreas industriales, gracias al esfuerzo de los empresarios, es responsable del 50% del PIB. Estamos hablando de algo demasiado importante como para no prestarle la atención adecuada. Las áreas industriales deben ser gestionadas de una manera profesional, por personas capaces de trabajar por el bien común de todos los empresarios y la administración debe priorizar sus inversiones en aquellas zonas en las que se hace ese esfuerzo por ser competitivos. Es un trabajo compartido del que nos beneficiamos todos: empresarios, trabajadores, administración y usuarios del parque empresarial; en definitiva, el conjunto del territorio en el que estamos implantados. Pedimos un último esfuerzo a todos los partidos políticos por terminar con una situación que ha supuesto una merma para las áreas industriales y abrir el camino a un futuro más próspero.

No es una ley política, es un clamor que nuestros parques empresariales están muy abandonados por las diferentes administraciones. Ojalá esta ley, pionera en el Estado español, sea aprobada por todos los grupos políticos.