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Maite Mercado

Montoro y RTVE

El ministro de Hacienda se ha estudiado el proyecto de ley de reforma de RTVE que se aprobó en septiembre del año pasado para afirmar que el Gobierno no tiene nada que decir a la situación de bloqueo en la que se encuentra el proceso. Tiene razón en que no es el Ejecutivo sino el Grupo Parlamentario Popular, con la connivencia de la presidenta del Congreso, quienes están dilatando la iniciativa legislativa que acabará con un concurso público para elegir a la dirección de RTVE. Sin embargo, debió saltarse en esa ley las referencias al servicio público que justifican la reforma y la existencia misma de la Corporación. De ahí que recomendara al senador socialista Óscar López que cambie de canal si no le gustan los informativos de la pública porque «hay muchos».

El propio ministro apela al boicot a los telediarios ya que lo mismo son los de la tele pública que los de las privadas. Se olvida de que los primeros los pagamos todos. Si son iguales que los otros, ¿para qué los queremos? Además, argumentaba su ocurrencia en la libertad de prensa, la que según él existe para elegir cadena. No tiene nada claro en qué consiste esa libertad que se ve atacada cada día en RTVE.

Debió quedar Cristóbal Montoro muy satisfecho con su respuesta en el pleno del Senado porque contestó lo mismo a Noelia Vera al día siguiente en el Congreso. La diputada de Podemos expuso tres ejemplos de manipulación, uno de ellos el vivido en el centro territorial de València que ha llevado a la dimisión como editora de los informativos a Arantxa Torres. Como sabrán si ven esas otras cadenas o frecuentan las redes sociales, Mariano Rajoy fue abucheado en Alicante por un grupo de pensionistas que inspiraron a la secretaria de Estado de Comunicación una expresión reveladora de su talante: «Dan ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles os jodéis».

El vídeo en el que se escuchan los pitos y el comentario fue censurado por la dirección de TVE, como denunció el periodista Ricardo Pomares. Por supuesto, la dimisión de Arantxa Torres será la única porque Carmen Martínez de Castro solo ha pedido disculpas con la boca pequeña a quien se haya sentido ofendido porque no estuvo fina.

Bravo por la valentía y dignidad profesional de la periodista y bochorno por el «aquí no pasa nada» del Gobierno ante una actitud intolerable en una servidora pública, de todos, también de esos pensionistas que no votan al PP, supuestamente.

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