Este fin de semana publicaba en Twiter una amiga unas fotos del botellón que a las 11 de la mañana se estaba realizando en la acera de su casa del Cabanyal. En él hacía un llamamiento vía hastag a la Policía Local y asociaciones de vecinos. Digo esto porque en el mismo llamaba la atención un detalle, «prefiero a los turistas» decía.

Esta amiga y yo misma somos propietarias de esos pisos «demonizados» llamados de alquiler turístico. Me hace gracia comprobar que lo que se debe exigir en cualquier Comunidad con respecto a las normas de convivencia sólo se le exija a aquel que va a ocupar el inmueble durante 3 días de los cuales la mayor parte del tiempo la pasa fuera del mismo para visitar la ciudad que es para lo que viene. La mayoría de estas «hordas de salvajes» que llegan a nuestra ciudad la componen familias con hijos y en muchos casos bebes que buscan en un apartamento las ventajas que les supone poder calentar un biberón a las 12 de la noche, preparar una cena rápida o incluso dormir una siesta sin tener que estar todos a oscuras en una habitación de hotel.

Cuando veíamos que en otros países funcionaba este tipo de oferta lo mirábamos con envidia y ahora que lo tenemos queremos que no exista argumentando que esos turistas que ocupan ese espacio son los responsables de todo lo malo que pasa así en las Comunidades (recuerdo alguna escena de juventud de alguno de mis amigos en sus casas) como en la ciudad (incluso he llegado a escuchar de un amigo que le molesta que «coman paella en la calle» tal cual).

Los propietarios de estas viviendas somos los culpables de que la gente mayor y los jóvenes no puedan vivir en barrios por los que antes no se podía ni pasear y en los que nadie quería vivir. Así, se acabó, una vez eliminado esto ya no volverá a pasar.

Me comentan que algunos barrios como el de Patraix, los vecinos quieren a esos turistas alojados en sus edificios para dinamizar el barrio y al mismo tiempo su economía porque no nos olvidemos que estos comen y beben a parte de dormir.

Aquellos que tenemos viviendas destinadas a dicho fin para complementar nuestros ingresos somos ricos capitalistas pero si es un holding hotelero o un fondo de inversión que compra edificios enteros para ofrecer lo mismo pagando sueldos de miseria se resuelve el problema.

Las administraciones se deberían dedicar a regular, a combatir el fraude, a garantizar el descanso de los vecinos en estas zonas y a todo aquello que garantice la convivencia entre todos los agentes implicados y no sólo hacer propaganda vía medios de comunicación de los objetivos que pretenden. Seguro que mi amiga del Cabanyal se lo agradecerá!