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Maite Mercado

Menos bailes

Otro programa de baile, de esos que se supone que entretienen muchísimo. «Bailando con las estrellas» le han llamado en La 1, una adaptación del «Strictly Come Dancing» de la BBC. Pero, ¿y las estrellas? La nómina de participantes es una muestra palmaria de la escasez de celebrities dispuestas a aprender a bailar o de cómo han bajado los emolumentos para este tipo de talents show. Aceptados como famosos Gemma Mengual, los cantantes Bustamante y Merche y los intérpretes Fernando Guillén Cuervo y Rossy de Palma, ¿conocen a Patry Jordan, Topacio Fresh, Pelayo Díaz, Manu Sánchez (no el periodista deportivo), Amelia Bono, Javier Hernanz y Pablo Ibáñez? Un par de ellos son televisivos de la competencia (Pelayo trabajaba en «Cámbiame» y Pablo era 'El Hombre de Negro' de «El Hormiguero»); el resto, perfectos desconocidos para mí, lo que quizá debería preocuparme.

A nadie se le escapa que es muy parecido al «¡Mira Quién Baila!» que emitió la pública ocho veces hasta que Telecinco adquirió los derechos en 2010 y apostó por Pilar Rubio como presentadora con el nombre de «¡Más Que Baile!». Volvió en 2014 con Jaime Cantizano y el nombre original pero sus cifras no brillaron.

Producido siempre por Getsmusic, no tiene gracia por ningún lado. Nada del humor de «Tu Cara Me Suena» ni de reality, con apenas un par de minutos de ensayos previos a la actuación, y con un jurado muy aburrido, reiterativo y que abusa de tecnicismos. Para los no doctos en bailes de salón resultan incomprensibles las coreógrafas Isabel Pérez y Moira Chapman, que además practica un castellano poco fluido. Joaquín Cortés es el más condescendiente con los concursantes, aunque luego les pone la misma mala calificación que la británica. El más animoso es Roberto Leal, al que quieren convertir en el todoterreno de La 1 después de su éxito en «Operación Triunfo», como los J. Vázquez de Telecinco, Jorge Javier y Jesús, que aparecen cuando menos te lo esperas.

Y largo, fue tan largo que no pude aguantar hasta el final. Más de tres horas. Me quedé sin ver a Bustamante, en el candelero tras su divorcio con Paula Echevarría y su supuesto romance con la bailarina. Menos mal que en «Corazón» al día siguiente dieron completo resumen de todo con especial seguimiento de los pasos del cántabro.

Nunca vi «Mira Quien Baila» y sintonicé «Bailando con las estrellas» por esta columna, y con su permiso, con una vez, basta.

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