el efecto Venturi afecta a todos los fluidos, no sólo el viento, sino también el agua. Este efecto consiste en que cuando un viento debe atravesar un lugar con menor sección o ancho, por ejemplo, se pasa de una planicie a un desfiladero, la velocidad del viento se incrementa. De ahí que en los lugares situados en desfiladeros como es el pueblo de Centelles al sur de la llanura de Vic la velocidad del viento es muy elevada, tanto con marinadas como con tramontana. El Valle de San Daniel de Girona también experimenta velocidades del viento más elevadas durante las primeras horas de la noche respecto al resto del plan de Girona en situaciones estables durante la época fría del año. Así el enfriamiento más temprano que tienen las laderas de las Gavarres respecto el plan de Girona provoca un gradiente térmico entre la montaña y el plan que favorece el viento de montaña que baja hacia este valle. En el sector más oriental del valle, que es un desfiladero, la velocidad del viento se incrementa respecto la parte más oriental que es más ancha como consecuencia del efecto Bernoulli.

Esto incrementa la sensación de frío. En la ciudad de Barcelona la climatología Maria del Carmen Moreno mencionó como el fenómeno Bernoulli afecta el Portal del Ángel, donde el viento de mistral sufre una aceleración importante para el estrechamiento de la calle a sotavento de la Plaza de Cataluña.

Este fenómeno lo describe en su tesis doctoral y en el libro «El clima urbano de Barcelona». Otros lugares de Cataluña donde el efecto Venturi es importante son la ciudad de Berga, donde el viento del norte se canaliza a través del río Llobregat, y la Jonquera donde se canaliza a través del cuello del Pertús.