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Proyecto de futuro

Debo confesar que estás palabras están en mi memoria resonando todos los días desde que la pareja Iglesias-Montero las pronunció hace unos días refiriéndose a la compra de su mansión. En un primer momento pensé que se trataba de algún eslogan de campaña electoral, de esos que los políticos y los medios estamos tan acostumbrados a lanzar en plenas elecciones. Luego debo confesar, tuve mis dudas. Tal vez mi capacidad de entendimiento de la vida pública está sesgada, o tal vez es que los dirigentes de Podemos nos dan cada día una lección de incoherencia. Y puede que entre sus promesas para todo el pueblo, y apelando a la Constitución Española con el derecho a una vivienda digna, pretenden que todos los españoles tengamos un chalet en sus mismas condiciones y un banco que te preste el dinero con mucho amor y esmero. Dicho así, auguro que el número de afiliados y militantes subirá exponencialmente, lo que preocupa es que no hay suficiente España para tanto chalet por español.

Ustedes se preguntarán ¿qué tiene de malo que una pareja de jóvenes, en momento de gestación gemelar, preocupados por su bienestar y el de sus futuros retoños, quiera consolidar su situación? ¿Qué tiene de malo que cualquier futuro padre quiera dar el mejor techo para sus futuros hijos?, y claro, contestarán: nada, es lo lógico.

Pero esa lógica contrasta con la realidad. Pues no creo que existan muchas entidades bancarias que den prestamos de 540.000 euros con el aval de una herencia por cobrar, cuando fallezca el heredero, que Dios quiera, o como quiera, que tarde muchos años. Y tampoco creo que dicha entidad de un préstamo de esa magnitud, por 30 años, a dos jóvenes con contrato temporal, ya saben sus ingresos dependen de unas elecciones cada cuatro años. Ni me imagino que «unos ahorritos» como dice el Sr. Iglesias, de 120.000 sean muy comunes.

Y viendo las noticias, las imágenes y fotografías de dicha mansión, la zona donde se ubica, de mucho caché y poderío, la piscina, jardín y casita del servicio o invitados, se llega a pensar que aparte de pagar su préstamo también deberán pagar ciertos gastos de la urbanización, como: seguridad privada, alguien que arregle y mantenga la parcela y el jardín, un personal para la piscina. Habrá que contratar un servicio de limpieza, pues con los horarios que tienen, los metros cuadrados del chalet y el trabajo que darán dos recién nacidos precisaran de profesionales a su cargo. También es cierto que estos futuros padres, en ese «proyecto de futuro», les quieren enseñar a sus hijos como viven los ricos, y como es la vida de tranquila y reposada en un entorno privilegiado. Es posible que algún pedagogo les recomiende que la mejor forma de discernir entre casta y pueblo es insertarse en la primera para conocerla mejor. O tal vez, como todo padre, busca tener más cerca un centro educativo cerca de su vivienda, aunque sea privado y de alto nivel, eso será una desventaja, pero claro, es lo que pillara más cerca de casa.

Al final lo único que demuestran es su incoherencia y desfachatez. Durante años han criticado, atacado y vilipendiado a lo que ellos denominaban casta para demostrarnos que ellos son peores que la casta. Definitivamente no tiene explicación ni justificación, simplemente son dos personas que se aprovechan de su cargo para obtener un beneficio, dos personas que no predican con el ejemplo. Si esto es su campaña electoral es una incoherencia. Espero que sus votantes y los españoles tomen nota.

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