La alianza entre la ultraderecha y el populismo antisistema ha alumbrado en Italia un candidato a primer ministro envuelto en sombras de sospecha por su falso currículo y la falta de experiencia política. Se llama Giuseppe Conte y ha confirmado, tras las primeras alarmas, cierto compromiso europeísta. Tratándose de Italia, donde las apariencias casi nunca son lo que parecen, el temor de que esto no sea así es menor que en cualquier otra lugar del planeta.
La Liga y el Movimiento 5 Estrellas son, tanto una como otra, dos organizaciones que se caracterizan por decir una cosa hoy y mañana la contraria. Como cree la expresidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, jugarán con sus electores hasta sumirlos en la confusión más absoluta. Los italianos acabarán hasta el gorro de la fórmula revulsiva elegida y se dedicarán a otra cosa mariposa con la resignación de siempre, basada en dos palabras mágicas que resumen un estado de malestar permanente: porca miseria.
Pero ¿quién es Conte si no el entrenador del Chelsea? Chi lo sa? Giuseppe Conte, simplemente, pasaba por allí como el racista Torra en Cataluña. Se trata de un sujeto instrumental inspirado en la idea populista antisistema de que vale más un desconocido que alguien perteneciente a la casta. A partir del momento en que el presidente italiano, Sergio Matarella ,no ha tenido otro remedio que aceptarlo, su destino será servir a los propósitos de Salvini y Di Maio, como si se tratase de un títere manejado por los hilos de la oportunidad o de la conveniencia. En cualquier caso, como dijo Andrea Mucciolo, autor de notables aforismos, "Italia es una república televisiva fundada en los titiriteros".
