El Comité Económico y Social, y la CEV, en opinión de Carlos Luis Alfonso y Salvador Navarro, respectivamente, están en contra de la extensión de la representatividad de los participantes en las relaciones institucionales a otros sindicatos que carecen de la condición de «más representativos» por dos motivos: razones de eficacia y razones de constitucionalidad. Parece ser que el presidente de aquella institución y el de la patronal desconocen la sentencia del Tribunal Constitucional nº 98/1985, de 29 de julio (BOE del 14 de agosto) que valida la Ley Orgánica 11/1985 de 2 de agosto con matizaciones e interpretaciones importantes.

El fundamento nº 11 de dicha sentencia, (página 59 del suplemento del BOE nº 194) recoge textualmente que la ley «no impide que las comunidades autónomas en el ejercicio de sus competencias de organización, integren además en sus propios órganos a otros sindicatos que no tengan esta consideración legal» (más representativos). De problemas constitucionales, ninguno. O, como se dice en román paladino, «menos lobos, Caperucita».

El otro argumento, el de eficacia, resulta enormemente peligroso. La comparecencia de dos sindicatos es eficaz. El de siete, no. ¿Por qué? El planteamiento de nuestro viejo conocido Carlos Luis Alfonso Mellado resulta significativo. Exactamente igual que el de la CEV. Aplicado al mundo político supondría la desaparición del resto de los partidos que no fueran los que en el ámbito estatal han gobernado, gobiernan España. Al margen del PSOE y del PP no existiría sino el abismo. Al margen de CC OO, UGT y la CEV sólo las tinieblas exteriores.

Sin embargo, estoy completamente seguro de que como buenos demócratas convencidos que son, el presidente del CES y el de la patronal no tienen un doble rasero: uno para los partidos políticos y otro para los sindicatos. Pluralismo para los primeros y monopolio para los sindicatos mayoritarios (el 10 % o el 15 % para los de comunidad autónoma) y la CEV.

Algunos opinamos que los sindicatos «suficientemente representativos» acreedores a participar institucionalmente en la comunidad autónoma, podrían ser quienes acreditaran 500 representantes sindicales, tuvieran ámbitos intersectoriales e interprofesionales y presencia en las tres provincias. Dicho de otra forma: hoy, CSI·F, SI, USO, Intersindical y CGT, cnco. Todos los partidos políticos, salvo el PSOE y algunas excreencias comunistas, están de acuerdo con nuestro criterio. Si fuera doble rasero sería doblemente rastrero.

Emplazamos al presidente del CES y al órgano en cuyo nombre habla la CEV para que insten -donde proceda- la derogación de la LOLS y acogiendo lo que la sentencia 98/85 aclara, contribuya a que la libertad sindical y el pluralismo sean realidad en España. Y comencemos por la Comunitat Valenciana. En Europa la libertad impera desde siempre. Yo se lo agradeceré. El abanico sindical que sobremuere en el inframundo, también.