Encontrarán en otras páginas notables elogios del primer Gobierno de Pedro Sánchez. Los merece, al haberse guiado por su santa voluntad en vez de atender a compromisos que siempre salen caros. El mensaje de la abrumadora mayoría de ministras es un brillante golpe de efecto, cimentado en currículos irrebatibles. Sin embargo, aquí nos dedicaremos al vicio de localizar carencias. No nos referimos a Màxim Huerta, donde la simpatía contagiosa no remedia la situación subordinada frente a la generación doliente de Muñoz Molina. Para abreviar el suspense y porque además lo señala el titular, en este ejecutivo falta Podemos.
Acierta Sánchez al colocar a un solo 'apparatchik', aunque el Ábalos de discurso embarrancado en Machado probablemente desconozca el término. El presidente del Gobierno, y todavía cuesta llamarlo así, puede permitirse el capricho de Grande-Marlaska, doblemente derechista en cuanto conservador y magistrado. Sin embargo, la creatividad de un gabinete que reproduce todas las inclinaciones políticas vigentes en España, debió reservar un hueco a Podemos. No a Iglesias ni Errejón, pero quizás a economistas o escritores próximos a los antisistema con chalé. No lo aconseja el análisis racional, sino los números.
Sánchez cumple una semana de revolución diaria. Si la moción de censura sonaba escalofriante, fue seguida por la retirada de crucifijos y biblias. Y cuando se esperaba el apaciguamiento de un ramillete de tecnócratas, señala a once mujeres y dos activistas homosexuales, rematando la labor pionera de Zapatero en igualdad. Vale que el entusiasmo de la ciudadanía hacia Pedro Duque demuestra que el país solo halla consenso en un astronauta, pero los valores marciales que encarecía Rajoy han sido desterrados a Exteriores y al espacio exterior. Sin embargo, el presidente socialista solo cuenta con 84 diputados para apuntalar el Gobierno más arriesgado de la democracia. Junto a Podemos/Compromís alcanzaba los 155, una mayoría de supervivencia. Diríamos que se dispone a fracasar, pero lo hemos anunciado ya tantas veces.
