La llegada a Moncloa de Pedro Sánchez, a través de una moción de censura, contó con los apoyos entusiastas, entre otros, de la coalición Compromís. A diferencia de otros partidos nacionalistas, una vez más, Compromís destacó en este proceso por su irrelevancia. Dio su apoyo sin condiciones bajo el único argumento de «echar al PP». No es ninguna sorpresa, ya gastaron mucho tiempo y dinero (pronto sabremos cómo se pagó) en aquella campaña del Adéu PP. No sorprende, pero la votación de esta moción de censura ha confirmado lo que ya sabíamos los valencianos con las negociaciones de los presupuestos, con aquella coalición de A la valenciana o con sus declaraciones públicas repitiendo los argumentarios ora de Podemos ora del PSOE (en muchas ocasiones también remedando las tesis de la derecha catalana del PDeCAT o de ERC defendiendo el derecho a decidir de una parte sobre el todo). Conclusión: la coalición Compromís carece de peso político, no tiene discurso diferenciado y reivindica de forma altisonante si gobierna el PP pero pasa al susurro ante los partidos de los que solo es una dócil muleta.

Durante las frenéticas horas de información, filtraciones, especulaciones y teorías de toda índole que vivimos la semana de la moción de censura ¿alguien escuchó que los votos de Compromís estaban en el aire? ¿Alguien escuchó que querían un compromiso expreso de asumir algunas reivindicaciones para la Comunitat Valenciana antes de otorgar su voto? No. Ni tan siquiera lo teatralizaron. Solo para intentar cubrir el expediente cuatro o cinco declaraciones o algunos tuits. Eso sí, después de que Compromís ya hubiese hecho público el sentido de su voto.

Argumento todo esto porque es fácil deducir que esta afonía va a ir a más. Pedro Sánchez ya les ha tomado la medida. Máxime cuando tiene Ximo Puig que purgar su apoyo a Susana Díaz en las primarias demostrando mayor lealtad a todo lo que haga el nuevo gobierno.

El debate de financiación autonómica, en palabras de Mónica Oltra, «es cuestión de voluntad política. Eso puede estar solucionado antes de que acabe el año». Veremos si es así y veremos en qué condiciones. La ministra que lo va a pilotar proviene de la PSOE andaluz. El modelo de financiación que sufrimos lo aprobó el PSOE de Zapatero. ¿ Y la exigencia de la quita de la deuda? Ese fervor y esos gritos en las instituciones y en la calle, ¿las veremos en el Congreso? Porque el PP siempre estuvo contra esa financiación y ya tenía fecha en junio para abordar el tema? Argumentamos que es un asunto complejo, que no se pudo hacer en plena crisis económica y ahora necesitábamos consensos.

Pero ellos insisten en que es solo cuestión de voluntad política ergo ya podemos afirmar que tendremos financiación justa y quita de la deuda en pocos menes o de lo contrario «montarán un pollo» ¿No, señor Baldoví y señora Oltra?

Expectación. ¿Veremos llamando a la manifestación a Puig y Oltra contra el gobierno de Sánchez si no es así? ¿Recibirá la Comunitat todo aquello que con vehemencia se exigía al PP? ¿O, por el contrario, harán la pirueta de tener ahora compresión ante las dificultades? Seguro que no. Ellos son gente de palabra y saben que todo es cuestión de voluntad.

Además, nadie puede dudar de que así sea. Máxime teniendo en cuenta que Compromís lo puso como condición innegociable para dar su apoyo a Sánchez. Perdón. Me confundí. Eso solo son cosas de los nacionalistas vascos. En Compromís, seguro que argumentarán como se les indique. Con un hilito de voz para criticar a Pedro Sánchez pero seguro que a tono brillante (ya veremos con qué argumentos para carcajada general) echándole la culpa al PP. Al tiempo.