Hoy 14 de junio se producirá el debate final sobre la Ley de derechos y garantías de la dignidad de las personas en el proceso de atención al final de la vida. Creo que será un buen día para la Comunitaty para los ciudadanos que por fin tendremos una ley de muerte digna. Quisiera recordar que el día que se inició en las Corts el debate, el pasado 19 de abril, falleció en Madrid el médico Vicente Montes, auténtico defensor y luchador para que las personas pudiéramos tener una muerte digna y que fue perseguido por un gobierno conservador en la Comunidad de Madrid y que tantos problemas le causaron.

Morir no es evitable y vivir de espaldas a ello es el resultado de un miedo ancestral que tiene su origen en un chantaje emocional, educacional y cultural. Tenemos derecho a vivir con dignidad y calidad e, igualmente, la fase final de la vida que nos lleva a la muerte tenemos derecho a vivirla con dignidad y calidad, lo que podemos denominar la calidad de la muerte.

Con esta ley se intenta proporcionar a las personas una muerte serena y digna, sin dolor o con el menor dolor posible, con tan poca angustia y ansiedad como sea posible, para intentar evitar horas de sufrimiento, de disnea, de miedo y tratar todo ello supone dignificar y reconocer la autonomía de la persona en la etapa final de la vida sin que dependa de dónde viva o de qué muera.

Esta ley establece los deberes de los sanitarios, las obligaciones de las instituciones, da seguridad al personal sanitario, asegura recibir una adecuada atención sanitaria y la atención en cuidados paliativos, la posibilidad de tener una habitación individual, el apoyo de la familia y del entorno y asegurar la intimidad. Es una ley necesaria, oportuna y pertinente, elaborada con tiempo, consenso, debate y participación.

El PP presentó una enmienda a la totalidad y solicitó la devolución de la ley, argumentando que no era oportuna y que no compartían ni el espíritu ni los principios, alejándose de las necesidades y de las opiniones de los ciudadanos. Pero hay una encuesta del CIS en la que el 84 % de los encuestados están a favor.

Estamos hablando de personas que llegan a una situación terminal, que se caracteriza por la incurabilidad, por un pronóstico de vida limitado y por el sufrimiento personal, del entorno o familiar. Los hechos son las cosas que pasan y hoy es un hecho que hay personas que se enfrentan con un pronóstico irreversible de muerte y hasta que se produce, padecen graves sufrimientos y de evitar esto se trata.

Además de tener una vida digna, hemos de poder tener una muerte digna y con calidad. Espero que el PP rectifique, reflexione y se una al resto de grupos políticos, así como a los expertos y asociaciones que han asesorado y participado dando sus opiniones y que finalmente también vote a favor de esta necesaria ley, sino se volverá a quedar solo nuevamente.