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Maite Mercado

Baja tensión

Miércoles 9.00 horas. Bullen las redacciones y las tertulias políticas en televisión. Màxim Huerta, Lopetegui, el Aquarius, Urdangarín... En À Punt siguen los dibujos animados ¿No llegan los niños al colegio a esa hora? ,¿es esta una programación pensada para las vacaciones escolares? Aún hay que esperar a que acabe una serie de relleno estrenada en 2001 para que a las 11 empiece «El Matí À punt».

A pocos segundos de las 19.00 en «À punt Directe» conectan con la señal institucional desde el Ministerio de Cultura. Tan justos llegaron que Juan Nieto contextualiza la dimisión de Màxim Huerta mientras este empieza a hablar y no se le oye. Hasta que Carolina Ferre se da cuenta. Ahí ya estoy cambiando de canal. Tras la declaración, el periodista repite lo que acabamos de escuchar y fin de la historia. Nieto se va, Ferre se levanta y pasa a la temporada de cerezas. Quizá no sea el público objetivo del programa pero en «Sálvame» le dedicaron más tiempo. Y no es una exageración. La comparecencia se había anunciado a las 17.30 para las 18 y se retrasó a las 19. Mucho tiempo para preparar un mesa en condiciones para tratar la dimisión de un ministro valenciano. A las 19:37 Juan Nieto volvió al plató para contar «la primera exclusiva» del programa: acompañando al Seprona han detectado tráfico ilegal de animales.

Se necesita mejorar en reflejos periodísticos. Por la mañana entran tarde y después no cogen el pulso de la actualidad. Si À Punt no consigue enganchar con las noticias no será lo que pretende ser, un medio público de referencia para los valencianos, con una financiación que le coloca en ventaja en recursos y personal respecto al resto de medios privados. Y se tiene que notar.

En los próximos siete meses la tele pública deja en manos de productoras la mayor parte de los contenidos, incluso estos dos magacines que ocupan 7 horas y media diarias de la parrilla, adscritos al área de Entretenimiento pero que incluyen bloques de información y debate. La externalización de la ficción y otros espacios de humor identitario como «Açò és un destarifo» o «Assumptes Interns» es lógica pero no lo es tanto en el relato de la actualidad. Poco sostenible es la presencia de un equipo de À Punt Notícies y otro de El Matí en la misma rueda de prensa. Muchas son las expectativas, no se pueden repetir los errores del pasado, llevan cinco días en antena pero es preciso no caer en la irrelevancia informativa.

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