"La risa nos hace libres", sentenció la doctora en Filosofía Rosa María Rodríguez Magda en el preámbulo de "Divinas y chamuscadas", obra de la bonaerense Diana Raznovich, artista curtida en el humor gráfico y autora de comedias teatrales, que cuestionaba: "¿Por qué hay pocas humoristas mujeres?" porque el humor da poder y disfrute, Y: "¿Quién ha sido el amo del discurso? El varón blanco heterosexual" declaraba la especialista en feminismo Rodríguez Magda. Raznovich, viñetista semanal en "Clarín Mujer" donde tiene un blog, agitando el interés del auditorio articuló un potente discurso: "Nos ha costado visibilizar mucho nuestro humor, la humorista gráfica tiene muy acotado el territorio; una de las características era que tenía que ocultar su autoría con seudónimo".

El humor como herramienta de discurso no es plato de gusto para mentes pacatas, rancias y fundamentalistas: "El dictador no tolera ser ridiculizado". Con fecha de noviembre de dos mil diecisiete la web "dw.com" titula: "Revista Charlie Hebdo (publicación satírica francesa) denuncia amenazas de muerte", y a nivel nacional recordar casos como los secuestros de "El Jueves" y "El Cocodrilo". Pero:"No solamente hay dictadura de un país, hay dictaduras de pocos metros cuadrados", cercanas, cotidianas. Rigoberta Menchú (premio Nobel de la Paz, 1992), indígena guatemalteca, maya quiché, en su autobiografía, redactada por la etnóloga Elisabeth Burgos, rememoraba lo que su abuela les decía: "Hijos, hasta para casarse ahora hay que firmar una porquería de papel", antes "si la mujer sufría mucho, podía abandonar al esposo y ahora, porque está firmado en un papel, no puede abandonar a su esposo. Las leyes de la Iglesia son parecidas a las leyes de los ladinos (mestizos, hijos de españoles y de indígenas, que hablan castellano). El ladino puede reclamar o maltratar incluso a una señora elegante, pero el indígena no es capaz de hacer eso". Al respecto de la violencia de género, Raznovich afirmaba que: "No hay equivalente de humor del maltratador", en contraposición a la abundancia de chistes en los que se representan a mujeres armadas con rodillos que esperan crispadas, de madrugada, tras la puerta del domicilio, a sus maridos "borrachitos".

El humor, en los albores del siglo veinte, se utilizó como instrumento de ataque contra las mujeres. "Nos matan a nivel simbólico", tal como esgrime en su libro "Comadres" la editora Raquel Manchado; y es mediante el humorismo como se retrata esperpénticamente a las mujeres, sobre todo a las mayores. Estrategia de afrenta que contó con mecanismos de choque apoyados por estamentos y medios de información hermanados contra la inclusión paritaria femenina, y la obtención total de derechos. Campañas que propagaron sarcásticos dibujos de artilugios, inventados ex profeso, para silenciar a las mujeres: "Inventan máquinas de callar que dan risa". Mensajes sibilinos que penetraron en cualesquiera que fuesen los estratos sociales, mediante la cuchufleta. Órganos informativos de rango difundieron mensajes gráficos que ridiculizaban la relación inter féminas tiñéndolas de grotesca rivalidad mediante arquetipos burlescos. Triquiñuelas bufonas para presionar la opinión pública. Con el movimiento sufragista se desmontaron de cuajo los manuales patriarcales establecidos, convulsionando el centro de gravedad de la hegemonía masculina la cual sufrió un tremendo shock, tan intenso como el provocado por el cardiazol (derivado del alcanfor) en los experimentos del psiquiatra A.E. Bennet, suavizados mediante la previa utilización del curare. De igual manera actuó el humor ante la relevancia del imparable movimiento y sus lideresas: Clara Campoamor, Emmeline Pankhurst, Kate Sheppard.

"Las mujeres humoristas nos hemos tenido que ir colando en los periódicos", tal como Marjorie Henderson Buell, que bajo el pseudónimo de "Marge", publicó tiras humorísticas con su personaje "La pequeña Lulú", niña pionera de un feminismo libre de estereotipos que criticaba chistosamente las rémoras del sistema dominante. En palabras de la periodista, militante del movimiento lésbico feminista y escritora Ilse Fuskova: "Queremos el derecho de trabajar sin tener que negar nuestra identidad. En resumen queremos vivir con orgullo y dignidad. Todo lo que se opone a la norma heterosexual es señalado como sospechoso, perverso, dañino". Si algo define el código utilizado por las humoristas es la perspectiva no violenta. "Ninguna humorista femenina ha hecho hombres horrorosos", afirmaba la conferenciante.

"Desde el origen de la vida observamos que los seres tienden a especializarse, es decir, se desarrollan con más fuerza en una dirección determinada" investigó Jaques A. Maudit. Viñetas en cuadrado encajan mejor en las fórmulas tecnológicas, y la tira tamaño pantalla lidera en internet. Nuevos formatos para nuevas opciones divulgativas. Actualmente, en España se ha proyectado un Museo del Cómic en Benavente, cerca de León, su promotor es Alfredo Ortega; quiere ser "una retrospectiva histórica y cultural". Obligada, pues, es la representación femenina en el catálogo de dicho centro y en otras áreas de la Fundación Museo del Cómic. ¿O se silenciará la obra femenina en un espacio que se vaticina como incubadora de acciones y exposiciones? Artistas gráficas del humor, copan redes telemáticas: Flavia Álvarez "Flavita Banana" es: "La ruptura total con el cliché del romanticismo; un humor muchísimo más extremo". Laura Mesa "Chica del montón", Angelines San José, Maria Babiano, Maria Griñó "La Keta", la almeriense Laura Pacheco "Let´s Pacheco", Raquel Córcoles "Moderna de pueblo" y sus creaciones utilizadas en publicidad, Estefani Martínez "Pechita Parker" con tienda propia, Anastasia Bengoechea "Monstruo Espagueti". FECO-España (Federation of Cartoonists Organization), tiene como presidente al alicantino Enrique Pérez Penedo "Enrique", en dicha federación los miembros femeninos están en minoría ostensible.

Diana Raznovich, sobre el humor feminista, refiere que posee "Mucha auto comicidad; revierte el humor". El horizonte de las mujeres humoristas gráficas, aun en el avanzadísimo siglo veintiuno, continúa siendo arduo, en una modernidad donde hasta la decoración de los despachos del poder nacional empiezan a ser hábitats libres de abarrotamientos. "Todavía en las revistas de humor, las mujeres entran a cuenta gotas", y en los periódicos: "Nos mandan a las páginas del horóscopo". Propuestas concretas de estudio en la enseñanza especializada, tendrían que incluirlas en los temarios: "Debería ser una asignatura obligada".

Cualquier escenario es apto para la parodia y crítica; Pepa Juan, guionista y profesora de teatro, en El Micalet, estructuró su obra "Chacachá del tren" jugando con los componentes de repulsa y parodia, donde un elenco amateur: Lucía, Coque, Teresa, Daría, Esmeralda, Mar, Encarna, Flora, Victoria y Floren; denunciaba la ablación y otras crueldades de la violencia machista. También el humor protagonizó una reunión gastronómica de Djs femeninas en el Cdt (Centro de Turismo) de Valencia, durante la conmemoración del Dia de la Dona Festival: Josephine Sweet (cantante), Tania Bayo Dj, Rosario Danta Dj, Miss Rose Dj , Ágata Ángel Dj, Mónica X Dj, Lara Taylor (cantante), Charo Campillos Dj, Marien Baker Dj, Rebeca Moss (cantante), Alicia DC Dj y Miss Rose Dj.

En el Renacimiento italiano, en estratos sociales elevados, hombres y mujeres gozaron de igual consideración recibiendo pareja formación. Ata Gomis, actriz, dramaturga, guionista y locutora, en su libro "El juego del cambio", escribe: "Después de subir al Facebook esta frase: Me voy a por el día de hoy, deseadme suerte. ¡¡¡Ciao!!!, no han tardado en contestar decenas de amigos deseándome un feliz día. Incluso alguno me decía: "por ahí es, ¡por ahí!".

Voltaire dijo: "El primero que comparó a una mujer con una flor fue un poeta; el segundo, un imbécil", ("Celtiberia Show", Luis Carandell).