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Concierto en Viveros

Tuvimos la ocurrencia de celebrar el cumpleaños de mi mujer yendo a escuchar en Viveros a Emir Kusturiça y The No Smoking Orquestra y a fe mía que el espectáculo no defraudó: salieron los músicos, que me sonaron francamente bien, vestidos de revolucionarios mexicanos (con las cananas terciadas) a los compases del himno de la URSS. Kusturiça es tan paródico como Les Luthiers y las limitaciones de su inglés (con injertos en italiano y hasta en español como en el tema Cerveza: «Mi único dios, cerveza») sirven para subrayar mejor los estribillos -«Fuck you MTV!»- y entregarse al frenesí balcánico de sus ritmos: aires serbios rebozados con lenguaje pop.

Kusturiça se ha tomado muy en serio la recomendación de los actores del teatro No: aparte de tu arte, conviene que practiques algún otro. Por mera disciplina. Kusturiça rueda películas, actúa, escribe canciones, estuvo en la Bienal de Valencia y hasta tiene un premio mundial de arquitectura. A su última película no le pillé la gracia, que tal vez era rodar con Monica Bellucci. En un concierto como éste, si no bailas desde el primer minuto lo harás a partir del tercero o del décimo, en todo caso acabarás arrastrado por el violín frenético de ese tipo que tiene las hechuras de un oficial ruso en la Gran Guerra Patriótica.

Se me acercan un par de muchachuelos para contarme que ellos ya estuvieron en la anterior visita de Kusturiça y que entonces una señora se despojó de sus medias y los músicos las tensaron tanto como pudieron y frotaron sobre ellas el arco del violín: me parece mucho vicio. También esta vez subió al escenario Tamara, de Novi Sadr, Serbia, hermosa eslava que se marcó un par de agarrados con el cantante y el oficial ruso. Kusturiça, que se declara yugoslavo de modo parecido a como Javier Marías es soberano del reino de Redonda, ha regresado a la infancia: habitar un país que aún no existe pero que, tal vez, existió. «Regalan un kebab a quien presente el Carnet Jove», dicen los cachondos de antes. Mi calva venerable me protege de semejante dieta.

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