Resulta sorprendente que quien más interesado debería estar en la consecución de un pacto nacional del agua, que sólo puede conducir a una auténtica vertebración nacional, y del que sólo pueden derivarse beneficios para Castilla-La Mancha, se destape con una propuesta de posición común de la comunidad autónoma para ir en contra de una posición nacional.

Como dicen en el «documento de posición común», dentro de Castilla-La Mancha se sitúan las cabeceras de importantes ríos y de numerosos afluentes del resto de los grandes ríos de la Península Ibérica, y llegan a afirmar que los planes hidrológicos les han negado el acceso al agua que necesitan para el bienestar de sus ciudadanos.

Si ello es verdad, deben saber los castellano manchegos que nosotros estamos con ellos, pues tanto desde la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), que así lo declaró expresamente en el último congreso nacional celebrado en Torrevieja, como desde la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana (Fecoreva), se ha mostrado su total apoyo al Pacto Nacional del Agua. Y así, se concluyó en el congreso, entre otros:

«Pero la principal conclusión que obtuvieron todos los participantes en el Congreso es que los problemas de agua en España tienen solución, y que los regantes -unidos en una sola voz- son capaces de alcanzar acuerdos y apoyarse recíprocamente en sus reivindicaciones. Se puede afirmar que ha sido el congreso de la unidad entre los regantes y de la solidaridad entre Comunidades de Regantes de distintas regiones que persiguen el objetivo común de mejorar sus infraestructuras y lograr la necesaria seguridad en el suministro de su principal materia prima, que es el agua».

Y es que en España, unos cuantos españoles, entendemos que estamos juntos para ayudarnos y hacer que en nuestras vidas podamos aspirar a ser felices. Y ello aunque no sea esa ni la intención ni la preocupación de algunos políticos.

Hablar del concepto de cuenca como elemento de vertebrador de la gestión hidráulica para luego decir, en el mismo documento y sin mostrar ningún rubor, que hay dar el poder a las comunidades autónomas en la toma de decisiones, no sólo es una grave incongruencia sino que atenta contra los derechos e intereses de los castellanos manchegos, que tienen muchas cuencas hidrográficas dentro de su territorio pero no son mayoritarios en ninguna de ellas, tal y como reconocen en su mismo documento.

Es cierto, y causa admiración en la cuenca del Júcar, el excelente trabajo que se está desarrollando por los usuarios del acuífero de la Mancha Oriental, que con su gran esfuerzo, acompañado por la sustitución de bombeos, hace que ya se estén obteniendo desde algún tiempo buenos resultados de recuperación del acuífero, acuífero que no olvidemos aportaba históricamente aguas al Júcar, hasta que comenzó por la sobreexplotación a detraer agua del río.

Lo que nos causa auténtico estupor es la poca consistencia de la reivindicación sobre las infraestructuras para abastecimiento humano necesarias para los pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendía, cuando las aportaciones efectuadas por los usuarios del Trasvase Tajo-Segura a Castilla-La Mancha durante estos años pasados supera con creces la cantidad necesaria para haber hecho esta infraestructura y conseguir que los lugareños se duchen con agua mineral comprada en botellas de litro y medio.

Pero es más, desde nuestra posición de pacto nacional del agua, esa reivindicación nos parece justa y por tanto totalmente asumible, con independencia de que en Castilla-La Mancha hayan gobernado y gobiernen nefastos políticos incapaces de solucionar este problema. Y es que esta miserable posición, que provoca el enquistamiento de un problema para fundamentar una reivindicación politizada e interesada, es lo que hace que nuestro país no pueda avanzar hacia una sociedad moderna y cohesionada.

Nosotros estamos por la participación en la toma de decisiones, apostamos por la mejora del conocimiento y su difusión para la gestión y planificación hidrológica. Entendemos que es razonable establecer el marco de la Cuenca Hidrográfica como prioritario para señalar las bases de la gestión. Somos partidarios de la promoción de regadíos para ayudar al asentamiento territorial y al dinamismo rural. Pensamos que la cesión de derechos es un instrumento de racionalización de uso del recurso que fomenta la optimización y eficacia. Entendemos que el abastecimiento debe contar con planes de gestión con agrupaciones de municipios. Promovemos el uso de aguas regeneradas, que pueden por un lado liberar caudales para otros usos y por otro disminuir la presión sobre las masas de aguas. Como regantes, somos fieles defensores del medio ambiente y de la protección de la calidad de las aguas. Estamos a favor del ahorro y uso eficiente, y promovemos la investigación, el desarrollo e investigación de materia de agua.

Como verán, si alguien ha tenido la paciencia de leerse el documento de pacto regional por el agua, son mucho más las cosas que nos unen que las que nos separan, ya que lo que nos separa, según nuestro parecer, no es más que obcecación de algunos políticos que no quieren encontrar soluciones a los problemas sino que los problemas les completen de contenido sus programas electorales.

La solución a los problemas del agua en Castilla-La Mancha pasa por la solución de los problemas del agua en España, desde la solidaridad y la eficiencia de uso.