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Doña Bisodia está en el busilis

Sigo, con su permiso, compartiendo etimologías curiosas de palabras o expresiones de nuestro idioma. Espero que no me cojan ustedes por ello alergia veraniega, porque si el médico les diagnostica "alergia" sepan que significa literalmente que tienen "otro trabajo", que su cuerpo ha reaccionado con excesivo celo ante alguna sustancia que, en principio, no debía producir daño alguno: que el cuerpo se ha impuesto un trabajo extra además del que ya tiene; y sin cobrar: con picor y rojeces. Eso significa etimológicamente "alergia", ya ven. Mejor tal vez eso que "melancolía" - lo que hoy conocemos como "depresión"- , que se pronunciaba en otro tiempo "malenconía", al alterarse el orden de las vocales (digan "por metátesis", si quieren ser presumidos cuando lo expliquen) y cambiar una consonante por otra de pronunciación parecida (digan "por disimilación", si se quieren dar pisto).

Siguiendo con asuntos médicos, nada más curioso que la proveniencia de "vacuna". Resulta que las mujeres que ordeñaban vacas infectadas de viruela - es decir: con "viruela vacuna"- se inmunizaban contra la viruela humana. Lo que son las cosas de la lengua: se esfumó la desagradable palabra "viruela" de esa expresión y hoy queda "vacuna" solamente. No se extrañen, pues, si un médico muy antiguo les recomienda ponerse "la de la vaca" contra la gripe. La enfermedad nerviosa que designan los médicos como "histeria" procede, según la etimología, de útero. Teníase, por lo tanto, por padecimiento solo femenil, vaya por Dios. Tanto que el gran Galeno aconsejaba tratarlo (aparten a los menores de las líneas que siguen) provocando el orgasmo en las mujeres mediante el uso de "consoladores", lo que fue muy tenido en cuenta por los médicos a partir del XVIII. Pero sigamos. No crean que "azafata" es palabra moderna: se aplicaba a quien servía con un azafate, una bandejita de mimbres. Y claro que se dice y debe decirse "azafato", solo faltaba. Espero que estas precisiones no me cuesten un "sopapo": una bofetada hoy; un golpe bajo la papada antes, con lo que duele.

Otras cosas. Aún se usa el dicho "llevar los pantalones", para indicar quién manda. Pues sépase que en la Edad Media se decía "calzarse las bragas", pues eran estas los calzones que llegaban desde la cintura a la rodilla. Aquel tiempo donde se hablaba mal latín y la gente entendía "busilis" cuando el cura decía "in diebus illis": ahí está el busilis - se decía- y ahí está el punto - se dice. Y ahí llega la misteriosa Doña Bisodia, proveniente del "da nobis hodie" del Padrenuestro. O nada menos que el importantísimo pero inexistente "Sursuncorda", tanto que obliga a levantarse al devoto cuando oye al sacerdote pedir "sursum corda", alzar los corazones. El latín nos hizo como lengua romance, al igual que a los catalanes, a quienes les tomamos prestado "capicúa" (cabeza y cola) o "gabacho" (literalmente "que habla mal": así llamaban a los emigrantes del sur francés en Cataluña, pues padecían muchos de bocio y no se les entendía). Como nos apropiamos de "esquirol" (que es "ardilla", fíjense, en catalán).

Para saber estas cosas no hace falta leer ningún "mamotreto", que es libraco gordo; pero al pie de la letra significa nada menos que "criado por su abuela", lo cual haría al infante un gordinflón de cuidado. Tampoco leer los muy consultados libros de Bartolo de Sassoferrato, del siglo XIV, tan populares entre los alumnos que se popularizaron como "bártulos", lo que hoy llamamos enseres que se manejan de aquí para allá. De modo que dejémoslo así y vayámonos de "juerga", que es un andalucismo: es "huelga" (el tiempo que se está sin trabajar, quería decir) pronunciado distinto. Al día siguiente, lo repararemos con una buena "siesta", dormida a su hora, que no era otra que la sexta, la del mediodía, la de las 12. ¿Saben por qué se reza el ángelus justo entonces? Porque es aquella en la que el diablo tienta a los mortales. Ojo y felices vacaciones.

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