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Bolos

Se dice que un bolo es una representación teatral o musical realizada por artistas en diversas poblaciones. Se olvida, sin embargo, incluir a los políticos y políticas, que también hacen sus bolos y representaciones teatrales con la sana intención de meternos algún «embolao». Pero lo que cuenta en verano son los llamados bolos artísticos ahora en pleno auge.

En Paterna, que anoche celebraría su tradicional «cordá», hubo el pasado lunes un bolo de gran alcance, con el cómico Paco Calonge, la gran Blanca Villa, recuperada ya de la ruina a que le sometió María José Cantudo hace seis años, y el cantante Alfonso Pahiño, un veterano en plena forma física. También un mago, cuyo nombre no consigo recordar, y una presentadora de lujo, Manoli Alba Montañés, que hace de todo y lo hace bien. Y en la kábila de la comparsa mora Alhama, hicieron su show Jaume Costa y Coral Cubells, del concurrido pub «Rompeolas» de la capital, que se han incorporado también a los bolos haciendo un tributo a Ana Belén y Víctor Manuel y Sergio y Estíbaliz. Jaume hace de Sergio.

En los bolos de las orquestas manda la Montecarlo, que ese mismo lunes abrió hasta el amanecer en Vilamarxant tras uno de sus multitudinarios conciertos. Pero hay que tener en cuenta una nueva orquesta, la Bird Band, que el jueves hizo su bolo en Tavernes Blanques con un cantante que sorprendió por su excelente y magnífica labor. Es Edu Sánchez, que a sus 19 años lidera la banda con energía, fuerza y colaboración mínima de Eloise, su compañera de trabajo. De casta le viene, porque Edu es hijo de un gran músico y de Ana Mar Vila, esa mujer todoterreno que tiene un encanto tan personal y carismático. Y Edu tiene su mejor fan en su propia abuela, Ana Muñoz, a quien como es natural, le cae la baba al verle...

En ocasiones sería bueno tener un avión oficial para desplazarse a ver algún bolo musical pagando el pueblo. Pero como no es así, hay que sacarse el kilométrico de ruta para ver actuar en Cólliga, Cuenca, a un querido amigo, el humorista Jesús Guillén, Yalas, que decidió dedicarse al humor tras presenciar a los 17 años una actuación de Fernando Esteso. Con él estaban los cantantes Luis Escudero y María Rosa, que tienen algo más en común que su arte. Y en la urbanización Cañapar, de Turís, estuvieron el sábado Los Quillos, Pilar Ferrer y Sergio López, éste tras una gastroenteritis, líderes en bolos, y el cantante Andrés Aranda, un fenómeno en tributo a Raphael. Cerró Javier Esteban, sin duda alguna la voz más parecida a Nino Bravo, que hizo un alarde de sus facultades.

En el barroco Café de las Horas la actriz chilena Soledad Cruz recibió el «reconocimiento a actrices que interpreten papeles de género», una iniciativa de «Valencia 2018 Ciudad del Grial» en su tercera edición, promovida por Ana Mafé. La actriz protagoniza la serie de Mega «Perdona nuestros pecados», de amplia difusión en la televisión pública chilena y redes sociales de todo el mundo, y en sus palabras destacó los valores éticos, morales y sociales de la serie, al igual que anunció su intervención en otra titulada «El Golpe», una especie de poema de Roberto Parra, hermano de Violeta Parra. Hizo la entrega de los reconocimientos Esther Santillana, tanto a Soledad como a la coprotagonista, María José Bello, ausente, pero que recogió el también actor chileno Nicolás Pávez.

Dos teatros privados levantan el telón pasado mañana, miércoles. Los teatros públicos todavía no, porque tienen un telón mucho más pesado y costoso que pagamos todos. Y así, Jorge Javier Vázquez, viene a hacer seis bolos seguidos al Olympia, con ese espectáculo, «Grandes Éxitos», donde canta junto a I nés León canciones que todos conocemos. Jorge llega tras su ruptura con su pareja, Paco, pero con nuevo look. Seguro que Jorge está «de luxe». Y en el Talía, vuelven los bolos de Manu Badenes con el montaje «Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus». Y la verdad es que echarse unas risas nunca viene mal...

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