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Maite Mercado

TELEVISIÓN

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À Punt de 100 días

Al tanto de comprobar si Empar Marco se lanza a hacer balance de los primeros cien días de la televisión de À Punt colgando un vídeo de menos de dos minutos en Twitter como ha hecho Pedro Sánchez siguiendo a los gurús del marketing político, toca evaluación de este primer trimestre, aperitivo de la temporada que comienza.

Su programación responde a las exigencias de servicio público con una oferta basada en los espacios culturales y autorreferenciales, piezas identitarias que sirven de espejo reflectante para saber quiénes somos, dónde vivimos o de qué nos reímos los valencianos. Como instrumento de vertebración de la Comunitat, vimos las calles de Morella engalanadas para el Sexenni y las Entradas de Toros y Caballos de Segorbe, cuya cobertura pidió por escrito -por si acaso- Isabel Bonig, quien sigue a disgusto con la vuelta de la televisión pública y los 55 millones de presupuesto con los que cuenta la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació. Los populares querrían ver en los títulos de crédito de cada programa cuánto cuesta exactamente e insisten en la necesidad de «despolitizar la televisión pública». Sin embargo, hay poco que despolitizar.

La externalización de la producción que se preveía en la última etapa de Canal 9 es un hecho y en la CVMC se ocupan de la edición de dos informativos diarios y «Punt Docs». El próximo viernes habrá uno más cuando se estrene «La qüestió, un formato de entrevistas y debate que anuncian hablando de respeto para marcar distancias con el de los sábados por la noche en «La Sexta». Seguirá echándose de menos un matinal que nos dé los buenos días a primera hora.

Sin duda, À Punt ha sido la salvación del sector audiovisual valenciano con los cientos de empleos creados, tanto los dependientes de la Corporació -extrabajadores de la extinta RTVV en su gran mayoría-, como los de las productoras privadas que llevan el peso de la programación -también exRTVV en buena parte. Hasta los nuevos espacios deportivos semanales, «Tot futbol» y «Tot Sport», son realizados por la filial valenciana de Mediapro. Cabe esperarse más producción propia de una plantilla de 390 profesionales que llegará a cerca de 500.

Del recibimiento social poco se sabe sin conocerse los resultados de los estudios de audiencia realizados. Puesta en marcha en la peor estación para el consumo televisivo, era asumible que no entrara en el sistema de medición «oficial». Pero el periodo de gracia acaba y a partir de octubre los temibles audímetros dictarán sentencia.

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