El programa de entrevistas y análisis que faltaba en À Punt llegó con el otoño, en el que vamos a ir viendo las nuevas propuestas, como la bienvenida incorporación del «Notícies Matí» a las 8 de la mañana. «La Qüestió» es entrevista, es coloquio y es debate, con participación del público. Es coloquio porque se trata un tema en profundidad sobre el que opinan expertos y debate en los comentarios de cuatro periodistas que interactúan con el entrevistado, el historiador Nicolás Sánchez Albornoz en su primer día. Su visita no pudo ser más oportuna tras la aprobación en el Congreso del decreto que permite sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos y la exhumación de la fosa 112 del cementerio de Paterna, en el que 2.238 personas fueron fusiladas y sepultadas en 70 fosas comunes.
Carmen Gómez, la presidenta de esta fosa, presente en el plató, protagonizó el momento más emocionante respondiendo al filósofo que acababa de decir que la historia no era la memoria de algunas personas, aquí y allá. De esas que tenía delante, «la historia viva», le respondió ella. Las intervenciones de Pedro Insua, el único tertuliano «profesional», habitual de «El Gato al Agua», se hicieron notar, interrumpiendo, buscando la confrontación directa que hizo sentir incómodo al historiador Andreu Ginés, que pensaba que estaban allí para intervenir como expertos y no «a lo que hay en otras cadenas». Es esta una de las claves en las que se necesita mayor definición. Si quieren tensión invitando a polemistas han de meter una marcha más en cuanto al ritmo del espacio, que duró media hora más de lo previsto. Algunos en las redes preguntaban qué pasaba, por qué no había empezado el documental anunciado a las 00.00. A Adelaida Ferre se le escuchó susurrar muy nerviosa «¡són quasi les dotze i mitja!» en el último bloque, un micro espacio que descubre una obra de arte y recomienda libros sobre el asunto tratado, una idea desarrollada también en el coloquio «Milleniun» que dirigía y presentaba Ramón Colom en La 2.
Una hora y media es poco tiempo para un formato dialógico de este tipo. «La Sexta Noche» dura cuatro. Ni tanto ni tan poco, hay que ajustar y afinar en algunos aspectos de realización y rotulación. Se anunció que iríamos viendo los tuits de los espectadores y solo se leyeron algunos. Al final, aparecieron un par. En la cuenta @LQAPunt se iban extrayendo titulares de los participantes que se echaban de menos en pantalla. Jessica Crespo se estrenó con nota y gustaron mucho los grafismos en la pantalla gigante de apoyo y los toques de realidad aumentada. La televisión pública necesitaba un programa como «La Qüestió», una gran opción para los viernes después de «PuntDocs».
