Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Matías Vallés

El CIS casi no se equivocaba con el PP

Las encuestas tienen todo el derecho a equivocarse. Se publican desde la impunidad de que los resultados electorales que las desmientan no corroborarán un error, sino un inesperado cambio de tendencia de los votantes. Las críticas a los sondeos gozan asimismo de la tranquilidad de que no podrán ser verificados, porque la ratificación volverá a atribuirse a las arbitrariedades de la ciudadanía.

Si unas hipotéticas elecciones generales rindieran el resultado previsto por el barómetro de septiembre del CIS, los expertos que lo han vilipendiado recordarían que esos datos se cumplieron en las urnas, pero que no estaban vigentes en la fecha del sondeo. Es decir, culpar al PSOE de manipulación sale gratis, pero la sorpresa surge al preguntarse dónde estaban los eruditos cuando el CIS casi no se equivocaba con el PP.

José Félix Tezanos es un insoportable presidente del CIS, para quienes aceptaban bovinamente que la vigilancia del Centro le fuera encomendada a Soraya Sáenz de Santamaría, mujer de tan acentuada neutralidad y predicamento que consiguió ser la miembro mejor valorada del Gobierno en los barómetros durante sus siete años de vicepresidenta. No busque rasgamientos de vestiduras al respecto.

Sin remontarse a las andaluzas de 2012 que el CIS no supo pronosticar, cuesta una sonora carcajada recordar que bajo la batuta del PP, el Centro anunció orgulloso dos mayorías absolutas de populares y Ciudadanos en las generales de 2015 y 2016. Ninguna de ellas se produjo, pero tampoco rastree comentarios reprobatorios de esta pifia interesada. Además de muy favorable a la Soraya de antes, porque le daba la oportunidad de gobernar ante el retroceso popular también vaticinado por su centro de sondeos.

El CIS pronosticaba en diciembre la victoria de Esquerra sobre el satánico Puigdemont, para equivocarse de nuevo.Y en las últimas europeas de 2014, condenó a la invisibilidad a Podemos, en lo que supondría el lanzamiento estatal del partido. Según se ve, siempre con el mismo sesgo, por supuesto estadístico y sin la inconcebible intromisión del PP.

No hubo ningún problema contra el CIS cuando sus sondeos destacaban que "El PP sigue líder", mientras Rajoy estaba en La Moncloa y aunque se embelleciera la estimación de voto de los populares triplicando la intención de voto declarada por los encuestados. Los problemas surgen en cuanto el PP pierde el liderato. La derecha ha de mandar incluso en las encuestas, el resto es una usurpación intolerable.

Compartir el artículo

stats