Hay días, y no me pregunten por qué, que me despiertan una atávica afición por la taxonomía. En mi caso, el atavismo se remonta a la infancia: yo era un niño que pedía archivadores y libretas de hule con abecedario a los Reyes Magos, mientras otros ya andaban enganchados al balón de fútbol y a los Juegos Reunidos (¿hiperactivos y sedentarios?: ¡qué rara es la gente!). Si el día nace, además, con vocación de «puente», entonces la afición se me dispara, quiero decir, que no lo puedo evitar, como le dijo el escorpión al sapo o el eyaculador precoz a su novia. Me pasa, por ejemplo, con el día o puente del 9 d´Octubre: se me despierta un interés clasificatorio tan simple como el de Aristóteles y tan bobo como el que practican algunos pedagogos. Vean si no.

En este día, hay dos tipos de valencianos: los que se marchan de la ciudad, poseídos por el opio del Imserso, ese fantasma que recorre España vestido de Alsa y Ryanair, (A), y los que se quedan (B). Ya después, y entre los que se quedan, existen los que no van a la procesión cívica de la mañana ni a la manifestación crítica de la tarde porque todo lo humano les es ajeno (B1); y los que sí van (B2). Entre los que sí van, los hay que van porque pasaban por allí (B2a); los hay qué van para ver qué pasa (B2b); los hay que van por vocación y tradición democrática (B2c); y los hay que van a insultar y zarandear a los demás y, con algo de fortuna y escasa vigilancia, a repartir unas cuantas hostias (B2d). Entre los que sí van y pertenecen al último grupo (B2d), los hay del sector «mai mos faran catalans» (B2d1), subagrupados a su vez en la clase «bofetaes n´hi hauràn» (B2d1´) y en el género «fill de puta l´alcalde» (B2d1´´); y los hay del sector «los españoles primero», también llamado «arriba España», (B2d2), subagrupados además en el subgénero «la letra con sangre entra, así que a matarlos a palos» (B2d2´) y la facción «volverán a irse calentitos» (B2d2´´). En fin, la taxonomía es un no parar.

Porque, con otro criterio, también podríamos clasificar el 9 d´Octubre en dos clases: cuando gobierna Rita Barberá o Paquita Rebentaplenaris, ¡uy qué fiesta tan bonita! (X); o bien cuando gobiernan los demás, ¡a por ellos, oé, oé! (XX), ya sean los cabrones socialistas (XXY) o el Satán Catalán, digo de Compromís (XXZ). Este año, además, acude el Presidente del Gobierno, así que para futuras convocatorias, podríamos distinguir, como novedad, , los 9 d´Octubre en los que acude el Presidente (.) y aquellos en los que no acude (..). Ni que decir tiene que, puesto que este año el que viene es Pedro Sánchez, el grupo de los van a insultar y zarandear, en todas sus secciones, facciones, clases, géneros y subgéneros, han constituido un frente popular (un verdadero horror para todos los que amamos la taxonomía, porque convierte la hermosura de cualquier árbol clasificatorio en un batiburrillo de zarzas y monte bajo) con un objetivo único dividido en dos frentes: el frente de los «huevazos desde el balcón» (.?), para los que están en las alturas; y el frente «tomatina» (.!), a pie de calle. En fin. Otro día dejamos la ontología (qué) y pasamos a la epistemología (por qué) o, quizá, a la psiquiatría (qué coño os pasa).