Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Dios los cría?

Lanzaba el otro día el sociólogo Manuel Castells un grito de alarma a los intelectuales del mundo ante la posibilidad de que un ex militar ultra sea elegido próximamente presidente de Brasil.

"Brasil está en peligro. Y como Brasil, el mundo", alertaba el profesor de la Universidad de California, en Berkeley, en referencia a Jair Balsonaro, a quien calificaba de "defensor de la dictadura brasileña, misógino, racista y xenófobo".

Y ofrecía ejemplos de aquello de lo que acusaba a ese político que, si no sucede un improbable milagro, puede estar muy pronto al frente de la mayor economía de América Latina, alguien para quien el único problema de la pasada dictadura militar de su país es que "no matara en lugar de torturar".

Que no matara como hicieron en su día otros dictadores militares del Cono Sur como el chileno Augusto Pinochet o el argentino Jorge Rafael Videla.

Lo que está a punto de producirse en Brasil ha ocurrido ya en otros países latinoamericanos y la única diferencia está en su tamaño y la

repercusión que puede tener la elección de semejante personaje en todo el continente.

Es cierto que a Bolsonaro le han allanado el camino la corrupción de anteriores gobernantes, la crisis económica, que siempre acaban pagando los más pobres, todo ello sumado a las maniobras de la política, de la justicia, la oligarquía y los medios de comunicación.

Sin olvidar el papel de las iglesias protestantes, sobre todo la evangélica, que, gracias a su control de algunas televisiones, tanto han contribuido a la derechización de la política no sólo en Brasil, sino también en otros países de Latinoamérica.

Y no deja de ser tampoco significativo que el día que El País publicaba el llamamiento de Castells a sus "amigos intelectuales comprometidos con la democracia" un dirigente liberal como Sebastián Piñera elogiase el programa económico de Bolsonaro.

"A Bolsonaro no le conozco, pero apunta en la buena dirección", dijo el presidente de Chile a propósito del programa de privatizaciones del candidato brasileño. Y eso es lo único que importa. Dios los cría?.

Compartir el artículo

stats