"Nos secuestran. Nos drogan. Nos atan. No contención ¡ya!", era el mensaje que decoraba una camiseta surante el Día Mundial de la Salud Mental. "Se nos ata, se nos maltrata; profesionales y políticos dicen que solo se hace por miedo en casos excepcionales. Dicen que no hay recursos en España para no atar, ni infraestructura, ni personal", declaraba Lola Escalona miembro de Gam (Grupos de Apoyo Mutuo) Valencia, proyecto mediante el cual las personas con problemática de salud mental pueden retomar las riendas de sus vidas lejos del aislamiento, mediante la reciprocidad del apoyo y la horizontalidad, sin diferencias académicas, sociales, país de origen, edad, religión o género. "No existe legislación específica a nivel estatal. España tiene comparativamente un porcentaje de uso de sujeciones muy superior al resto de países observados, llegando al 40%", (Reunión ELB-Tenerife, 20/06/2018); en comparación con Francia, Italia Noruega o EE.UU. 15% y el 10% de Islandia, Suiza, Japón o Dinamarca. Inmovilizaciones terapéuticas que vulneran los Derechos Humanos. La no erradicación de esta tortura, infringida a seres sufrientes, es claramente trágica y deshonrosa.

Javi Ballester, en las acciones matinales de la jornada, expuso un simulacro titulado "Que nadie se ofenda en vano" en el que identificaba necesidades a instaurar en el ámbito de la salud mental: "tranquilidad, silencio y confianza, más allá del tratamiento; no generando violencia ante la vulnerabilidad de alguien que en su confusión, puede mostrar apariencia agresiva". El humorista Manuel Burque tras su programa radiofónico dedicado a la salud mental en ALFAEM (Salud Mental León), reconoció que: "En cuanto entiendes que en tu entorno hay todo tipo de personas, hay diversidad, dejas de cuestionarlo todo. Se normaliza".

Doña Juana de Castilla y Aragón, hija de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (Reyes Católicos), vivió encerrada y aislada en Tordesillas, casi cuarenta y siete años. De ella escribió en "Locos egregios" su autor el psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera que, durante los primeros ocho años de su cautiverio disfrazado, la soberana permaneció al cuidado de Luis Ferrer, "que justifica haber usado la violencia con la Reina ocasionalmente, para preservarle la vida, pues se negaba a tomar alimento. En esas huelgas de hambre se llegó a darle cuerda cuyo significado no se especifica, pero tiene siniestra resonancia". Y añade el escritor: "A un esquizofrénico agitado que parece incoercible, basta cambiarle el enfermero que le atiende por otro más hábil para que se calme, al menos temporalmente". Hay que instruir a las personas responsables de cuidados en otras alternativas a las inmovilizaciones terapéuticas.

"Estuve atada 3 días (o igual más), con 21 años recién cumplidos, en pleno brote psicótico, si entender que me pasaba, desorientada. Perdida. Me ataron en la ambulancia, me llevaron al hospital y allí me desnudaron, pincharon qué se yo, y me ataron. Perdí la noción del tiempo", ("Lo Común", 11/07/2018). Desde el año dos mil dieciséis la proposición no de ley (PNL) sobre la eliminación de sujeciones mecánicas en el ámbito asistencial, tras ser aprobada en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, espera verse engrosada por otra posterior "sobre la coerción en los Servicios de Salud Mental". ¿Qué me estáis haciendo? Nadie imagina lo que sientes cuando no confían en ti y te sujetan con correas durante horas, durante días. Los picores son irresistibles, no puedes sonarte, frotarte los ojos ni enjugarte las lágrimas, sufres laceraciones, las úlceras por presión son insoportables, brazos y piernas sufren la falta de riego sanguíneo y la neumonía, asfixia y muerte súbita surgen como fatídicas complicaciones. Todo cuanto parece sencillo es impracticable autonómicamente: orinar, excretar, beber. Torcuato Luca de Tena, periodista fundador de ABC, en su libro "Los renglones torcidos de Dios", escribió: "la enfermera interpretó mal sus gestos y movimientos. Creyó que era la cabeza y no los puños con la que golpeaba la pared. Sintióse Alicia fuertemente sujetada, notó la aguja de una jeringuilla perforando su piel y no supo más de sí. La habitación en la que despertó era igual a la primera, salvo las paredes, que estaban acolchadas; y la cama que tenía adosadas grandes muñequeras, tobilleras y cinturones de cuero, que la inmovilizaban".

Brotes esquizofrénicos, crisis maniaco depresivas, alucinaciones, delirios. ¿Quién es inmune al desequilibrio en su salud mental? ¿Por qué no desterrar el estigma? ¿Por qué no abandonar prácticas excluyentes e inhumanas? Rutinas asistenciales derivan en pavorosos usos nada reconstituyentes y alienantes. Prácticas en las que se encuadran desde los excesos medicamentosos a la contención mecánica. Hay que apostar en firme por la formación del personal de cuidados y la legislación a nivel estatal. "Estoy soñando. Estoy soñando. Aunque diga la verdad nadie me creerá. Soy invisible". ¿Cuántas confesiones han sido silenciadas o no creídas pasando a ser diagnosticadas con el posterior deterioro del individuo que opta por encerrarse en sí mismo?

Una usuaria, tras haber sido atada dos veces, en una tercera ocasión, por protestar, la contuvieron "con un protocolo sin perspectiva de género"; y, en ninguna de las ocasiones: "Avisaron a mis familiares, antes, durante y después de las contenciones. Pero el quid de la cuestión, lo realmente urgente y obligatorio es la consideración de los derechos de cada persona que, mediante la vigencia de las contenciones, no sólo se vulneran sino que provocan conflictos a profesionales que han de aplicarlas padeciendo consecuencias exteriorizadas mediante herramientas de desfogue como el verbalizar, llorar o sumergirse en silencios que hablan a gritos.

En el cine las contenciones mecánicas han estado presentes en secuencias de películas tal es el caso de la saga "Millenium" de Stieg Larsson o "Gothika" protagonizada por Halle Berry. Jaime Chávarri, director de cine, sobre la filmación de "El desencanto" confesaba: "En el setenta y cinco (Carlos Arias Navarro presidente del Gobierno español), bajo ningún concepto nos dejaban meter una cámara en un manicomio; ya consideraban las autoridades que las imágenes en sí de un manicomio de la época, eran suficientemente fuertes como para prohibirlo".

Orgullo Loco Valencia denunciaba en sus pancartas: "Nada que celebrar mientras haya gente atada", "El orgullo lo-cura" y "Desconocimiento, igual a prejuicio". Mientras. La megafonía amplificaba el deseo de "que hayan pequeños centros de barrio, ¡algo de verdad! público y social"; espacios donde las personas puedan reintegrarse al ámbito social gracias a la implementación de fórmulas de responsabilidad, análisis y humanidad, mediante tareas integradoras y la potenciación de asistentes personales para cada persona con problemas de salud mental. Beatriz Abad como asistente personal realiza una labor de acompañamiento estructurado en base a la libertad, confianza y escucha sin ambages autoritarios, ayudando en muchas ocasiones con su sola presencia a la restauración de la vida de otras personas; "Nos encontramos con muchas vidas estancadas a consecuencia de fuertes crisis emocionales. Cuando tú has sufrido, tienes mayor sensibilidad y comprendes mejor el sufrimiento ajeno", ("consaludmental.org"). Flexibilidad, apertura mental, paciencia, improvisación y sincera empatía apuntalan cualquier asistencia que, en el caso de las mujeres requiere asistencias de género, sin tratos degradantes, preservando su dignidad como mujer y como persona. Especialización ajustada a cada cual. Luis Cayo Pérez Bueno presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), afirma en la página de la Confederación Salud Mental España sobre la práctica de inmovilizaciones que: "Se trata de una práctica aberrante. Ni ética, ni jurídica, ni social, ni medicamente pueden ser aceptados o tolerados".

David Cooper en "¿Quiénes son los disidentes?" afirmó: "Las definiciones de la normalidad nos vienen impuestas por unas clases, castas y capas dominantes de una sociedad determinada".