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La lingüística, clave en la historia de la mare de Déu pobra

La historia de la popular Mare de Déu Pobra, de gran veneración y predicamento en Xaló (Marina Alta), se ha contado siempre a medias y sin acertar mucho de dónde le viene tan singular y curiosa advocación.

Lo más común de los relatos es que la imagen, oficialmente llamada Virgen de la Consolación, fue hallada en 1731 dentro de una caja de madera por el Tío Canet cuando labraba un campito en la partida de Benibrahim. Sanchis Sivera al conocerla estimó que su esculpido debió ser del siglo XIII. El acontecimiento es recordado por una capillita que en el lugar fue levantada a la que hoy es Patrona canónica de Xaló.

Es, evidentemente, una «marededéutrobada», de la larga serie que fueron escondidas cuando las cosas se pusieron muy violentas contra los cristianos en el período de dominación islámica, lo que nos indica de entrada que aquella imagen era pre-islámica, y por ende indicativa de que en aquellos lugares hubo una primitiva comunidad cristiana.

Sus Gozos, resumen de la tradición oral popular local, cantan: «Nuestros mayores con celo/ os esconden pesarosos, /por librarnos presurosos/ de los moros, con desvelo,/ privándose del consuelo/ de adorar vuestra grandeza/, consoladnos, Virgen pía,/ con título de pobreza».

Se ha defendido siempre que lo de Pobra, Virgen Pobre, se le asignó por añadidura al ver que la imagen sepultada tantos años estaba bastante deteriorada y lastimosa, lo cual hay que poner en cuarentena hasta que no se examine con detalle su historia y la del pueblo.

Tal vez sea Martínez Aloy quien nos dé una buena pista para explicarnos esta peculiar advocación mariana, al relatar que cuando la expulsión de los moriscos el 23 de octubre de 1609 -la zona de Xaló era una agrupación de alquerías de valenciano-musulmanes muy islamizados- algunos de ellos acuchillaron con gran odio la imagen de la Virgen y del Niño Jesús, por ser la prenda religiosa más estimada de la vecindad cristiana de la población.

Es de imaginar que los cristianos que vivían en el pueblo y veneraban esta imagen sintieron tal lástima del estado en que quedó, que para describirla se expresarían con el término tan tierno y compasivo de «pobra» o «pobreta», hoy aún muy vigentes para este tipo de hechos, adjetivaciones que acompañarían a esta Virgen el resto de su historia hasta la actualidad. Curiosamente, las grandes fiestas en su honor todos los años tienen como jornada central el lunes después del tercer domingo de octubre, que suele caer en torno al referenciado históricamente día 23. Mucha coincidencia sería de no estar aquí el origen de su fiesta de desagravio.

Por lo tanto, hoy, como desde sus orígenes, la fiesta es mitad celebración religiosa, mitad reivindicación identitaria, iniciada por aquellos repobladores cristianos baleares, que acudieron a llenar el grave e importante vacío dejado por nuestros antecesores valenciano-islámicos, xalonenses de varias generaciones que llevaban habitando y trabajando estas tierras ya cientos de años y a los que echaron por la fuerza de las armas los cristianos foráneos.

Xaló bulle estos días en grandes solemnidades y festejos. El lunes 22, encabezados los lugareños por los Mayorales y Mayoralesas irán a Misa, por la tarde acudirán a contemplar la escenificación del hallazgo de la imagen y posteriormente asistirán a la procesión de la Mare de Déu Pobra, la cual será cerrada con un emotivo broche poético y musical.

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