Estamos en el día de Todos los Santos, víspera del Día de los fieles Difuntos. Durante siglos, en nuestra tradición, han sido unos días de recuerdo para los seres queridos que ya no viven y de visita a los cementerios. Recuerdo también que era tradición asistir a las representaciones, en concreto de Don Juan Tenorio, tanto en los teatros locales como en la televisión.
Como todo en la vida, y en particular en los que ya tenemos alguna edad, observamos como en menos de 20 años estas tradiciones han cambiado. En parte por formar parte de un mundo global, y en parte por la publicidad y por las nuevas tecnologías como el cine o la televisión, que han incorporado una tradición tan anglosajona y americana como es el Halloween. Y así, en las actividades del día de Todos los Santos, está Halloween, que a parte de disfrazarse, comprar y decorar calabazas, ha introducido la frase «¿truco o trato?». Es fácil de entender, pues no es otra cosa que lo que se pregunta cuando un grupo de niños, previamente disfrazados, llama a la puerta de un vecino en esa noche. El truco consiste en un susto, broma o travesura. El trato pide un regalo, un dulce o golosina.
Y, como en un adelanto del día de difuntos, empezábamos esta semana con sobresaltos y sustos, con tratos endulzados. Descubrimos que en ese truco o trato que el pacto del Botànic hizo hace tres años a los valencianos, se incluía la adhesión a los ficticios Països Catalans. Y con ello, o por ello, Joan Ribó, Vicent Marzá y Vicent Soler, ocultaron en sus agendas la asistencia a un homenaje a los políticos catalanes presos. El presidente de las Corts, de todos los valencianos, Enric Morera, se atrevió a defender la mala situación que viven «los amigos presos políticos de Cataluña». Y en ese propósito de los tratos pactados y los trucos dados, asistieron el alcalde de València, el conseller de Educación y el presidente de las Corts a los galardones de exaltación de las letras catalanas, los Premis Octubre, que organiza Acció Cultural del Pais Valencià.
En este truco o trato del gobierno del Botànic descubrimos cómo el proyecto que les une es hacer de la Comunitat Valenciana una provincia de los ficticios Països Catalans. Y observamos los pasos dados en el adoctrinamiento en las aulas y en la sociedad en general. Como se subvencionan entidades independentistas con dinero de los valencianos. Como el truco o broma se convierte en un susto para los valencianos. Y el trato hecho por el Botànic será un dulce para ellos, pero genera amargura en la Comunitat Valenciana.
