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Maite Mercado

Pobre conciliación

Con el estreno del nuevo formato de entrevistas de consumo rápido presentado por Raquel Sánchez Silva, la televisión pública ha renunciado a desmarcarse de las privadas y eliminar esos cuarenta minutos que retrasan la oferta estrella de la noche, excepto si se trata de «Operación Triunfo». El miedo a los seguidores del talent musical, muy activos en las redes, consiguió que la tercera entrega de «Lo Siguiente» se redujera a la mitad el miércoles. Con una Carmen Lomana que fue vista y no vista, los veinte minutos dieron para presentar una sección gastronómica aprovechando el paso por «MasterChef Celebrity» de la empresaria, colaboradora televisiva, coleccionista de alta costura y viuda de un industrial chileno, según compruebo en la Wikipedia ante la duda acerca de los orígenes de la fama de la señora. El cocinero Javier Peña tampoco cocinará estricto sensu, más o menos como la Lomana en el único programa que hace sombra a «Gran Hermano VIP». «Operación Triunfo» empezó a una hora muy decente gracias al recorte, pero acabó como siempre pasada la una de la madrugada. No hay manera de que abrevien eliminando escenas de la casa que aburren a las cabras o la cháchara con Roberto Leal antes de actuar.

Las reiteradas protestas por la falta de sueño han llegado al espacio del Defensor del espectador, y allí se plantó para dar explicaciones. la directora de Antena y Programación de TVE, Gema Sánchez. En definitiva, el problema es la mala vida de los españoles. En RTVE estarían encantados de formar parte de «un movimiento que promueva unos horarios de trabajo más razonables o que los comercios no cierren a las diez de la noche». Los ciudadanos se sientan muy tarde a ver la televisión, explicaba Sánchez, armándose un lío con la conciliación y la obligación de llegar a un público mayoritario con realidades sociales muy diversas. Así pues, a los que se les cierran los ojos, les recuerda las opciones online y la redifusión los fines de semana. Que un sábado por la mañana no hay nada mejor que hacer que ponerse a ver «Operación Triunfo».

El cambio de horarios va a tener que ser llevado a los tribunales europeos porque nadie se atreve por aquí a romper con la rutina. Se entiende a las privadas que tienen en esa franja a dos pesos pesados como Wyoming o Pablo Motos. Pero en TVE podrían ahorrarse el sufrimiento y colocar su mejor producto después del telediario. Si realmente todos los que se quejan eligieran La 1 para dormir un poco más, subiría la cuota de pantalla, aunque a algunos les dé igual.

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