Toda ciudad simboliza la identidad de los ciudadanos que pertenecen a ella. Es la encarnación de una comunidad, aquello que representa de forma global todo lo que forma parte de ella: edificios, calles, tradiciones, personas... todo unido se representa en forma de medidas escaladas de un mapa.

Las ciudades de nuestra Comunitat, junto con la diversidad de sus gentes, forman un conjunto de territorios con un valor significativo. Son presente, pasado, tiene una historia común. Pero esto lo construyen sus gentes, las personas que forman parte y dan vida a sus calles, edificios, plazas, parques... Los hombres y mujeres son quienes crean los espacios urbanos que unidos hacen posible que a un punto de un mapa se le llame ciudad.

En una ciudad todo es construido, inventado y acordado por las personas: sus iniciativas crean el significado y hacen de las urbes símbolos identitarios del conjunto de la población. Por eso, para llegar a ser una ciudad de vanguardia no debemos olvidar a las personas que allí conviven y contar con ellas para conseguir el progreso. Solo así se consiguen ciudades que verdaderamente sean espacios representativos de una identidad, en definitiva, lugares que hacen a sus ciudadanos sentirse parte de algo.

El pasado 31 de octubre se celebró el Día Mundial de las Ciudades, un buen momento para pensar y reflexionar sobre qué futuro queremos. Necesitamos lugares más sostenibles, que respeten el medio ambiente y que sean accesibles para sus gentes. Cuanto mejor es una ciudad, mejor es la calidad de vida de las personas.

Tenemos por delante un reto apasionante, dar vida a nuestras ciudades desde nuevos prismas, desde modelos que favorezcan la sostenibilidad, que tengan capacidad para generar oportunidades a las nuevas generaciones para que sea un lugar donde desarrollar su proyecto de vida y atender las necesidades de las personas que más nos necesitan.

El corazón de las ciudades no está en el asfalto ni en sus edificios de hormigón. El corazón de las ciudades reside en dar respuesta a las nuevas necesidades y generar expectativas de futuro. Y ese es un reto que los valencianos y valencianas sabremos afrontar como lo hemos hecho siempre, poniendo toda nuestra capacidad creativa e innovadora al servicio de lo público y común.