Imaginen a un grupo de funcionarios del área de Telecomunicaciones y del Sector Audiovisual de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) iniciando su jornada laboral. Sentados ante una pantalla de televisión, preparados con bolígrafo y bloc de notas, se disponen a observar con atención horas y horas de «Gran Hermano VIP», el de los domingos, el de los martes y el de los jueves. No es un castigo, ni una apuesta o prueba de resistencia mental. Están trabajando. Han de determinar si el grado de hediondez del reality es constitutivo de un delito de incitación al odio. Así lo anunciaba el propio organismo hace un días en su cuenta de Twitter: «La CNMC está estudiando en profundidad los distintos programas de Telecinco en los que se emite 'GH VIP 6' ante la entrada masiva de reclamaciones por la inclusión de contenidos de incitación al odio por razón de género, nacionalidad, discapacidad o religión».
Muchos espectadores han mostrado su disgusto con el comportamiento de algunos de los seudofamosos en la conversación social que mantienen a través del hastag #SomosLaAudiencia, esa misma a la que el experimento de Zeppelin TV elevó a los altares hace 18 años con su «la audiencia ha decidido que debe abandonar la casa...». Aparte del clásico lenguaje soez y de mal gusto, se han escuchado insultos e improperios xenófobos contra la peruana Miriam Saavedra (exnovia de Carlos Lozano) o el ceutí Asraf Beno, Míster Universo 2018 que pasó por «Mujeres, Hombres y Viceversa», donde también se formó como personaje televisivo de Mediaset Suso Álvarez, al que han tenido que llamar la atención varias veces por sus comentarios machistas. Esta semana explicaba a su novia cómo quería que llevara el escote «con elegancia». La directora del Instituto de la Mujer pedía la expulsión de otro participante, Omar Montes, que incitó a Asraf a abusar sexualmente de Miriam aprovechando su estado de embriaguez. Como medida correctora, Jorge Javier Vázquez entró en la casa para echar una reprimenda a los concursantes. El maestro de ceremonias se siente cómodo, tanto que ha pedido que pongan su nombre a un plató de Telecinco.
Si salen indemnes del visionado, los técnicos de la CNMC comprobarán si procede imponer una sanción económica a Mediaset conforme al artículo 57.1 de la Ley General de la Comunicación Audiovisual. Muy elevada tendría que ser para que doliera con las increíbles cifras de audiencia: este jueves alcanzó su segundo mejor dato de la temporada con un 31,5% de cuota de pantalla y 3.361.000 espectadores.
