Decididamente, mis géneros son el disparate y la gamberrada, pero no crean que es fácil cosechar hitos tan señalados como la pelea entre radicales del Castellón y el Hércules, que dieron así fe de vida, o la propuesta de negarles la incineración a los cuerpos de los obesos porque la manteca arde bien pero arde despacio. Como decía una serigrafía de Josep Renau que nos vendieron a todos los progres del terreno: «El País Valencià a l'avantguarda d'Ibèria».
Llevo semanas luchando a brazo partido con un trastero del que he exhumado varias carteras de recortes de periódico que ahora duermen el sueño eterno del contenedor. He indultado algunas piezas preciosas, la mayor de todas un delirio de la agencia Nueva China que trató de explicar el origen de la paella y la lió. Decía que la tortuga, la serpiente, el faisán, la ardilla y los lagartos eran ingredientes habituales de la paella. Añadía que Cristóbal Colón, en persona, recomendó al Rey el plato que había comido en una isla (¿El Palmar?) y que los cocineros imperiales (observen como el rey se ha convertido en emperador) estudiaron y aprendieron. Claro, ante un obra maestra como ésta incluso la Constitución del Lobby del Fangar -que también he encontrado, un venerable papiro de 1987-, hasta esa joya, digo, queda deslucida.
Pero volviendo al principio, ya tiene mérito que la habitual hostilidad de algún sector de Alicante -¡Puta Valencia!- hacia las cosas del cap i casal haya logrado multiplicar sus líneas de disenso y establecer conexiones directas en las antaño mutuamente remotas y casi ignoradas, Alicante y Castellón. Será el corredor mediterráneo, porque las FSE les corrieron a gorrazos.
Un cachondo ha puesto una señal al sur de la capital de la Plana: «A 15 kilómetros, fútbol de Primera». Bueno, siempre fue el fútbol compañero del imperio (económico), ya se trate de azulejos, papel de fumar, fariña o ladrillos, lo que explica que un presidente del Hércules acudiera de pijama a una fiesta de la alcaldesa o que cierto presidente del Castellón le reclamase a la pitonisa el dinero de un filtro de amor que no funcionó. Pruebe con homeopatía.
