A seis días vista del Día Internacional contra la Violencia Machista, la polémica vuelve a desunir a quienes más unidas debemos estar en esta sangrienta lucha contra la desigualdad que mata: las mujeres. El Consell, que tan bien lo había hecho encabezando la equiparación de las víctimas mortales del machismo con las del terrorismo, ha tenido la ocurrencia de querer poner por delante a la nueva pareja de la asesinada en lugar de a sus hijos a la hora de cobrar la indemnización por su muerte. Algunos lo consideran feminismo de última generación. Y lo defienden con dos argumentos: es así en la indemnización por terrorismo -claro, como que se 'pagaba' a la viuda por sus 'servicios al Estado' (normalmente eran viudas y no viudos)- y en los seguros de vida -alguna mente retorcida podría llegar a verlo hasta como una suerte de inducción al delito-. ¿Alguien le ha preguntado a las mujeres? ¿Es que ahora también tenemos que plantearnos unas últimas voluntades ante el maltrato? Son ganas de escribir torcido en renglones rectos. Lo 2.0 no siempre es lo mejor, créanme.